Uno de cada tres asesinatos de los dos últimos años ocurrió en primavera

En los últimos dos años, uno de cada tres asesinatos ocurrió en abril, mayo o junio. Los suicidas fueron fieles también a su cita con los primeros calores, un fenómeno clásico para los psiquiatras, aunque los expertos son más cautos para relacionar el crimen con el termómetro. Siempre hay más causas para matar. Pero dicen que si el termómetro sube, la irritabilidad arrecia.

El segundo domingo de mayo, hace tres días, un hombre le asesté 13 puñaladas a su madre y envió a su padre a la unidad de cuidados intensivos creyéndose el rey David. Horas antes, un vallecano mató de un tiro a su cuñado tras una discusión. El lunes, otro hombre se tiré por la ventana tras apuñalar a su padre. Los dos días hizo calor."Con el calor aumentan los delitos de sangre", asegura el presidente del Instituto de Criminología de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Cobo del Rosal. "Es una vieja ley criminológica". "Se hablaba más de ello a principios de siglo, cuando el clima se podía manejar peor por el hombre", dice por su parte Antonio García Pablos, director del instituto.

Eso sí, "el calor produce irritabilidad y agresividad", dicen casi todos. "Y ello puede afectar ,a las personas cuyo equilibrio psíquico es más lábil, lo mismo que la primavera, que es una estación de transición", prosigue Cobo del Rosal. Los expertos quieren dejar bien clarito que la asociación de la temperatura con el crimen es una más de las infinitas causas que generan la violencia.

Rachas

"No hay más sangre en esta época, va por rachas", comenta un policía especializado en homicidios. La misma impresión tiene José Manuel Reverte, del departamento de Antropología Forense de la Facultad de Medicina de la Complutense. "Igual que una apendicitis llama a otras, lo de los muertos es igual". El director del Instituto Anatómico Forense, el doctor Abenza, es muy prudente: "Que haya más crímenes ahora es una sensación subjetiva. Estadísticamente no es relevante".Pero en los pasados dos años, los meses de abril, mayo y junio se llevaron el récord tanto de homicidios como de suicidios, según datos del Instituto Anatómico Forense. Un tercio de los asesinatos de todo el año ocurrió en primavera. Es decir, 20 de 57. En 1991 ocurrió lo mismo: otras 20 personas murieron asesinadas. El resto de las estaciones registró 42 homicidios en total. No fue así, sin embargo, en 1989.

El suicidio es la tercera causa de muerte violenta en Madrid. El pasado año murieron así 278 personas, entre 1.569. Los suicidas prefieren matarse en primavera. Aunque también en otoño. Eso lo saben los psiquiatras desde siempre. "Los depresivos y maniacodepresivos empeoran. Es así, pero no se sabe bien por qué", aseguran los psiquiatras Manuel Desviat y Enrique García Bernardos. Desviat, director de los servicios de psiquiatría de Leganés -adonde acuden los habitantes de Leganés y de Fuenlabrada-, asegura que los ingresos aumentan mucho en primavera y otoño. "Y es curioso", reflexiona García Bernardos, "que en primavera, cuando florecen las pulsiones, los depresivos entren en un largo túnel".