El alcalde de Burgos anuncia que está dispuesto a abandonar el cargo, aunque impone condiciones

José María Peña, alcalde de Burgos, se ha mostrado dispuesto a abandonar el cargo. Así se lo hizo saber ayer al Partido Popular a través de un dirigente de esta fuerza política en la capital burgalesa. De esta forma, Peña, condenado a 12 años de inhabilitación por prevaricación continuada, ha respondido a la petición de dimisión que le planteó el pasado lunes José María Aznar. Peña aplazó anoche la reunión que iba a mantener con su equipo de gobierno -algunos de cuyos miembros_ presentarán la renuncia si su jefe filas lo hace- para adoptar una decisión definitiva. Mientras, José María Aznar, presidente del PP, aseguró ayer que desde el viernes tema decidido pedir la dimisión a Peña, a quien telefoneó al conocer la sentencia.

J. G. IBÁÑEZ / M. CALVO El alcalde de Burgos tenía previsto reunirse anoche con sus compañeros de grupo municipal pero el encuentro se aplazó por la elevada tensión y las dificultadespara encontrar una solución a la crisis. Un portavoz del Ayuntamiento señaló que el alcalde mantendrá hoy y en los próximos días reuniones para analizar los cambios que se derivarían de su renuncia. Varios miembros del equipo de Peña le están presionando para que no abandone y tratan de evitar a toda costa una ruptura en el seno del grupo municipal que sustenta al alcalde. Fuentes municipales indicaron que Vicente Orden Vigara, secretario general del PP de Burgos, presidente de la Diputación Provincial y concejal de la capital, se perfila como sucesor de Peña, informa Efe.En cualquier caso, el lunes por la noche, a su regreso a Burgos tras conversar en Madrid con Aznar, el alcalde declaró a Diario de Burgos: "Efectivamente, estoy dispuesto a irme, pues mi persona no es lo más importante. Pero lo haré cuando se den unas condiciones". Esas condiciones, explicó, consisten en garantizar que el Ayuntamiento funcione, que el grupo de concejales se acomode a la nueva situación y que "no se dañe a Burgos ni al PP".

No obstante, Peña dejó traslucir su indignación por tener que abandonar la alcaldía por motivos no electorales. "Me marcharé, aunque en contra de la voluntad popular que expresó otra cosa en las urnas", dijo.

Cerrar el paso al PSOE

Peña, quien ayer firmó la notificación de la sentencia, descartó una escisión en el grupo municipal del PP, encabezada por él. "Yo no me voy para dejar al partido socialista en el Ayuntamiento de Burgos y el PP tampoco quiere eso", indicó.

Según el todavía alcalde de Burgos, la entrevista que mantuvo el lunes con Aznar "Fue muy cordial y comprensiva". Peña agradeció el comunicado en el que se afirmaba que él no se había lucrado con decisiones administrativas y que no ha perjudicado a terceros, si bien la condena que ha sufrido ha sido por prevaricación continuada. Según colaboradores de Aznar, éste ha dado un amplio margen a Peña para que escoja sucesor.

Aznar declaró ayer a EL PAÍS que la decisión de pedirle a Peña que dimita la había tomado el viernes, cuando lo citó para conversar con él, en Madrid. "Pero también tuve absolutamente claro que el primero en conocer la decisión debía ser el alcalde", explicó. El anuncio hecho público por Aznar el jueves, nada más conocerse la sentencia, de que el PP no retiraría automáticamente la confianza a Peña ha sido criticada, directa o indirectamente, por media docena de personalidades del partido. "Sabía", agregó Aznar, "que el fin de semana iba a ser un bombardeo de presiones sobre mí y de críticas, y así ha sido. Pero no me arrepiento de lo que he hecho. Es inevitable que haya quien interprete que he cambiado de opinión,durante el fin de semana. No puedo luchar contra eso. Pero hay varios testigos de que la decisión estaba tomada previamente". Esos testigos eran el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos; Pedro Arriola, asesor de Aznar; y Miguel Ángel Rodríguez, director de prensa del partido.

Entre quienes defendieron públicamente el desplazamiento inmediato de Peña de la alcaldía han estado los diputados Isabel Tocino, Miguel Herrero, Javier Rupérez y Luis Ramallo -portavoz ajunto del Grupo Popular- y el eurodiputado Femando Suárez. Éste se declaró ayer sorprendido de que el comunicado difundido por el PP tras la entrevista. de Aznar con Peña utilice la -primera persona del plural cuando ningún órgano dirigente ha sido consultado. "¿Quién es ese 'nosotros' que se cita?", ironizó. La comisión permanente se reunirá el próximo lunes y el ejecutivo ha sido convocado para el día 1 de junio.

El día en que la Audiencia Provincial de Burgos pronunció la sentencia, Aznar consultó en su despacho con una docena de personas; pero no convocó a las órganos colegiados del partido. Sin embargo, José María Aznar defiende que el asunto no exigía una reunión extraordinaria de la comisión permanente o del comité ejecutivo nacional. "Máxime cuando en el país hay otros problemas sobre los que hay que debatir, como es la huelga general" agregó.

El líder conservador, no obstante, reconoció que los últimos días han aportado "una fotografia" de las posiciones de lealtad o distanciamiento de unos y otros dirigentes de su partido.

El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Rodrigo Rato, salió ayer en defensa de la coherencia de Aznar y aseguró que "no ha habido ninguna presión sobre una decisión que ya estaba tomada".