_
_
_
_

Calderero, sastre, soldado, mandarín

La verdad sobre los espías británicos es más insulsa de lo que podría imaginarse. Por eso resulta tan sorprendente. (...) Hasta 1987, el Gobierno admitía a duras penas que existieran ni el servicio de espionaje extranjero (MI-6 o SIS) ni el servicio de espionaje interior (MI-5). En 1989, Douglas Hurd, entonces ministro del Interior, confirió la dignidad de una existencia estatutaria al MI-5. (...)Este año o el año próximo, Hurd, ahora ministro de Exteriores, legalizará el MI-6. (...) Existía cierta inquietud sobre el futuro del MI-6 cuando terminó la guerra fría, pero el Comité Conjunto de Inteligencia le ha dado abundante trabajo: (...) el MI-6 aconseja a los países del este de Europa sobre cómo establecer los servicios secretos de una democracia y preservar su honradez. (...) Pero ésta es una tarea secundaria. Lo habitual es que el MI-6 vigile la proliferación nuclear; siga la pista del armamento y los científicos ex soviéticos; proporcione informes sobre la política y economía de ciertos países, noticias comerciales especialmente, y, cada vez más, vigile a los terroristas internacionales y a los narcotraficantes. Esta última es su única tarea realmente peligrosa; la mayoría de los funcionarios del MI-6 tenía una relación bastante agradable con sus adversarios del KGB cuando éste era el enemigo; (...) se conocían bien y, por lo general, no se mataban entre sí, como John le Carré querría hacernos creer.

8 de mayo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_