El problema étnico

(...) Europa se enfrenta a tres problemas étnicos principales. El primero es el de las minorías que, como los gitanos, carecen de una nación-Estado. (...) Es improbable que impugnen las fronteras actuales, aunque no sea más que por la imposibilidad de crear un Estado propio. El segundo problema es el de los grupos étnicos alejados de sus naciones-Estado, como los judíos o los grupos étnicos alemanes. (...) Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad, las minorías étnicas más importantes son las que viven en masas compactas junto a su nación-Estado. Este es el caso de los húngaros en la Transilvania rumana, de los rumanos en Moldavia, de los rusos en los márgenes del antiguo imperio soviético y de los serbios en las antiguas repúblicas yugoslavas. Estas minorías presentan el problema más difícil de resolver, pues su misma presencia plantea la perspectiva de la revisión territorial y de la desintegración potencial de los Estados. (...)Existe un modo de salir de este atolladero. En lugar de las promesas de buena conducta carentes de significado que formulan ahora todos los Gobiernos poscomunistas debería animarse a los Estados del Este a conceder a sus ciudadanos el derecho de apelar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, (...) y debería garantizarse a las minorías el derecho a usar su propia lengua, así como especiales instituciones culturales, religiosas y educativas en su lengua materna. (...)

30 de abril