El PP propone llegar al bloqueo de Gibraltar para recuperar la soberanía
El Partido Popular (PP) quiere rectificar la política del Gobierno sobre Gibraltar, que considera "el más estrepitoso de los fracasos". En su proyecto de programa para las próximas elecciones legislativas, el PP se declara partidario de reforzar los controles en los puntos de tránsito y de restringir progresivamente las facilidades para cruzar la frontera, sin excluir el cierre total de las comunicaciones con España. Estas medidas acabarían por imponer un bloqueo, al menos terrestre, para obligar al Reino Unido a negociar la retrocesión a España de la soberanía sobre el Peñón.
El PP, que preside José María Aznar, atribuye a vacilaciones del PSOE el que todavía se encuentre pendiente de completar el sistema de participación militar en la OTAN, lo que refleja que el Partido Popular mantiene su intención de integrar a España en la estructura militar de la Alianza Atlántica. La aprobación en referéndum de la permanencia de España en la OTAN excluyó expresamente el ingreso en la estructura militar de los aliados.Los populares son partidarios de un estudio pormenorizado y en principio favorable a la extensión de la intervención de la OTAN hacia zonas hasta ahora no incluidas en la planificación de la Alianza Atlántica. En concreto, advierten que el área del Mediterráneo "puede llegar a convertirse en foco central de preocupación".
El proyecto de programa, en el que ha intervenido de forma destacada el diputado Javier Rupérez, recoge la preocupación del PP por conseguir "disipar progresivamente los rescoldos de antiamericanismo primario, todavía arraigado en ciertos sectores de la vida española".
Los populares reprochan al Gobierno socialista las "concesiones y blanduras", que, según ellos, no han ayudado a la solución del problema, mientras Gibraltar se ha convertido en uno de los principales centros europeos de blanqueo de dinero del narcotráfico y sus dirigentes políticos amenazan con crear movimientos terroristas antiespañoles. El PP asegura que, si gobernara, denunciaría ante la Comunidad Europea y ante la OTAN "la pasividad cómplice de que hacen gala las autoridades británicas para solucionar el tema colonial en los términos que el derecho y los acuerdos internacionales prescriben y la prudencia política aconseja".
Asimismo, afirma que exigiría la apertura de negociaciones con el Reino Unido que tuvieran como único objetivo la retrocesión a España de la soberanía sobre el Peñón, y tomaría iniciativas en la OTAN para depositar en manos españolas un mando aliado sobre Gibraltar.
'Amiguismo partidista'
Los autores del proyecto de programa electoral sostienen que los socialistas han tenido una tardía aceptación de un prisma europeo y occidental para las necesidades exteriores y de seguridad de España. Una actitud que refleja, según ellos, la visión partidista e interesada del PSOE sobre las relaciones internacionales de España, que ha conducido al Gobierno. a graves errores de análisis y escandalosos despilfarros económicos. Según el PP, "la cooperación para el desarrollo que España ha practicado entre 1983 y 1991 no ha tenido como principal racionalidad otra que la del amiguismo partidista".
Desde la perspectiva de los populares, los socialistas se mostraron dispuestos a implicar la política nacional en sus preferencias partidistas al apostar, como lo hizo el Gobierno, por Mijaíl Gorbachov cuando éste presidía la URSS y por Petre Roman mientras fue primer ministro de Rumania.
A la organización de la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América le ha sobrado, según el PP, tanto sectarismo partidista como lo que le ha, faltado de capacidad técnica, imaginación política y sensibilidad intelectual. "Se percibe el 'quiero y no puedo' de quien de algo pretende presumir y, en el momento de la verdad, a ello no se atreve", ironizan.
Los populares realizan una propuesta muy precisa de distribución de los fondos para cooperación internacional, si bien la suma de los tantos por ciento sobrepasan el 100: "la mitad del monto total consolidado, hacia los países iberoamericanos; un cuarto, hacia Guinea Ecuatorial; un cuarto, hacia los países de la vecindad magrebí, y un cuarto final (sic), a otras áreas del mundo canalizado en el seno de la CE".
El diseño de las ayudas a los países iberoamericanos tiene referencias críticas para el Gobierno socialista, pero su formulación deja en entredicho algunos comportamientos de dirigentes del PP, como el de Manuel Fraga al visitar Cuba. "Los dictadores de cualquier signo", señalan, "no dejan de serlo ni lo son menos por el hecho de que hablen español".
Los populares apoyan las propuestas de las Naciones Unidas respecto a la autodeterminación del Sáhara, pero sostienen que el referéndum propuesto por la ONU puede convertirse en un factor de contienda más que de pacificación.
El PP cree que España debería lograr un puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la próxima renovación de este organismo.
Muy interesado en facilitar la participación de los emigrantes en las elecciones -en 1989 votaron 60.000 de los dos millones de españoles residentes en el extranjero-, el PP reclama dos reformas concretas: que los emigrantes sean censados "sin papeleos" en base al registro de matrícula de las oficinas consulares y que puedan votar en los consulados y secciones consulares de las embajadas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.