Un informe del FBI describe el imparable crecimento de la violencia en EE UU

En un país que acaba de librar una fuerte polémica sobre la ejecución de Robert Harris en una cámara de gas, un informe del Buró Federal de Investigación (FBI) ha venido a dar cuenta del imparable crecimiento de la delincuencia y de la violencia.

Los delitos aumentaron en EE UU en 1991 un 3% respecto al año anterior, lo que significa la comisión de 753 actos criminales por cada 100.000 habitantes. El informe del FBI, un anticipo del resumen anual que se publicará este verano, describe un panorama aterrador de la sociedad norteamericana, asolada por el crimen tanto en ciudades pequeñas como en grandes; en el Este como en el Oeste o el centro del país; en áreas rurales tanto como urbanas, y entre blancos como entre negros. Aproximadamente una de cada 150 personas es asaltada, asesinada, robada o violada al cabo del año, de acuerdo con los datos oficiales.

Esta plaga afecta tanto a los Estados en los que está vigente la pena de muerte como a aquellos en los que no lo está. Llama la atención incluso que la ciudad de Nueva York, donde no existe la pena de muerte, sea uno de los pocos lugares de EE UU donde la delincuencia bajó el año pasado, si bien la cifra de hechos violentos perpetrados en la Gran Manzana era ya altísima: 710.222 en 1990, frente a 678.855 en 1991. Sin embargo, en Los Ángeles, donde sí existe pena de muerte, el número de delitos ha aumentado en un año desde 321.000 hasta 347.000.