Escámez preside hoy la primera y última junta general ordinaria del BCH

Alfonso Escámez, presidente del consejo de administración del Banco Central Hispano (BCH), presidirá hoy por primera y última vez una junta general ordinaria de la entidad. Esta junta pone punto final al proceso de fusión iniciado hace casi un año por los bancos Central e Hispano y que "ha transcurrido sin ningún tipo de problemas y en un tiempo récord" según manifestaron ayer en rueda de prensa tanto Alfonso Escámez como José María Amusátegui.

Amusátegui, que hizo continuas referencias al papel estelar jugado por Escámez en la operación, recalcó que el BCH "nació casi obligado". "Hace poco menos de un año estábamos en una situación en la que te fusionabas o te fusionaban", recordó el presidente ejecutivo de la entidad. No obtante Amusátegui centró el comentario asegurando "que nuestros dos bancos estaban en una situación privilegiada para unirse por tres motivos: la experiencia, la oportunidad por la cercanía del proceso de integración en Europa, y la complementariedad. Y los resultados están ahí, no sólo hemos logrado una buena fusión, sino un buen negocio". "En estos momentos", comentó, "tenemos unas plusvalías latentes no utilizadas de 100.000 millones de pesetas, y nuestros beneficios al término del primer trimestre superan en un 8% a los logrados en el mismo periodo del año anterior".

Por su parte, Escámez, que negó que haya solicitado una prórroga de dos años en sus actuales funciones, resaltó la importancia del BCH como banco industrial.

"Últimamente se ha estado poniendo en tela de juicio la validez del esquema del banco industrial, pero creo que es el adecuado mientras no ponga en peligro su solvencia. El BCH tiene el primer grupo industrial privado del país con una facturación superior a los dos billones de pesetas y con participaciones extranjeras minoritarias. La banca no es sólo intermediación, debe regenerar el tejido industrial", sentenció Alfonso Escámez.