La cohesión perdida
El Gobierno español tiene ya su plan, pero Carlos Solchaga que quería figurar entre los pioneros, se ha visto obligado a ir retrasando la cita de Bruselas desde septiembre pasado. Alemania presentó un documento que luego retiró, y ahora tiene listo el programa definitivo para la reunión de mayo, que puede coincidir con el de España, porque Solchaga confesó hace meses "un cierto rechazo psicológico a presentar el plan de convergencia antes que alemanes o británicos".Para España, el retraso en aprobar el nuevo fondo de cohesión y el incremento de las ayudas regionales existentes "creará problemas en algunos sectores", según planteó hace unos días el ministro Francisco Fernández Ordóñez. El plan de Solchaga cuenta con el dinero extra de la CE para compensar los recortes en las inversiones del Estado. A pesar de la reducción de las diferencias desde 1986, nuestro país necesita crecer un punto más que el resto durante 10 o 15 años para poder alcanzar la meta. Sin esas ayudas, el riesgo es tener que hacer la convergencia nominal a costa de la real.
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