Los grupos progresistas vencen en las elecciones de Andorra

Los resultados parciales de las elecciones andorranas han dado la victoria al actual presidente del Gobierno en funciones, Óscar Ribas, ya que las candidaturas progresistas que le apoyan se impusieron en tres de las cinco parroquias en donde se obtuvo alguna mayoría absoluta. En las otras dos parroquias, al no salir nadie elegido por mayoría, las elecciones se repetirán el próximo domingo, que decidirán 8 de los 28 escaños. El sentido del voto, en general, es un castigo a los parlamentarios que se presentaban a la reelección.Los andorranos acudieron masivamente a las urnas para elegir a sus 28 representantes en el Consell General de les Valls (Parlamento). La participación superó el . 88% en algunas circunscripciones, a pesar de la nieve en las parroquias de Ordino y Canillo. La participación media en el conjunto de las siete parroquias (circunscripciones electorales) fue del 82,4; en los comicios municipales del pasado año votó el 76% de los más de 8.500 ciudadanos con derecho a voto.

En Encamp, Andorra la Vella y Sant Juliá triunfaron los grupos progresistas. En Massana y Escaldes ningún candidato consiguió la mayoría y se deberá ir a la segunda vuelta para decidir los 8 escaños.

En Ordino ganó la lista única, mezcla de todas las candidaturas.

En Canillo fueron elegidos tres de los cuatro escaños; dos son para candidatos conservadores y el tercero, progresista. El cuarto saldrá de las elecciones del próximo domingo.

Los presentes comicios anticipados, resultado de la autodisolución del Consell General el 30 de enero pasado, han tenido a la futura Constitución como denominador común en los programas electorales de los 15 grupos que se disputan los 28 escaños del Parlamento.

Ahora, la Constitución

Los partidos más progresistas, cercanos a la política de Óscar Ribas (actual jefe de Gobierno en funciones), abogan por una legislatura que elabore la Constitución en un plazo máximo de un año, lo cual obligará a una nueva disolución de la Cámara para proceder ya a nuevas elecciones bajo las normas constitucionales, hasta ahora inexistentes en el Principado, que se rige por un sistema feudal.Durante la jornada electoral, los electores de Caníllo vieron recompensado su voto con una peseta, una rubia, puesto que las nuevas monedas no gustan a los responsables municipales. Después los electores fueron invitados a pasar a la sala contigua, donde les esperaba una espléndida mesa con los embutidos más tradicionales de los payeses del lugar, porrones de moscatel y el peculiar ajoaceite de membrillo.

En Sant Juliá se recompensa a los votantes con longaniza, coca, chocolate y moscatel. En La Massana y Ordino han optado por regalar vales para los bares; en Escaldes ofrecen repostería; en Encamp y Andorra la Vella te dan la mano.