Setién visitó al arcipreste Treviño durante una hora en la prisión de Carabanchel

José María Setién, obispo de San Sebastián, visitó ayer tarde en la prisión de Carabanchel (Madrid) al arcipreste de Irún y Hondarribia, José Ramón Treviño, detenido por dar cobijo a dos presuntos etarras, según confirmó su abogado, Joaquín Ruiz-Giménez Aguilar. Setién se entrevistó una hora con el sacerdote, acusado de dar cobijo en su iglesia a Ignacio Relcarte y Luis Ángel Galarza, presuntos integrantes del comando Mugarri.

"Monseñor Setién sigue siendo el pastor de Treviño y su visita es una muestra de que sigue confiando en él", explicó el abogado.

Joaquín Ruiz-Giménez señaló que el sacerdote está aislado en un módulo especial y que "se siente hundido y desconcertado porque no entiende este revuelo por haber dado asilo a un antiguo feligrés", en referencia a Ignacio Recarte.

José Luis Corcuera rompía ayer una lanza por la Iglesia de Euskadi. "Extrapolar la situación del arcipreste de Irún a toda la Iglesia vasca", señaló, "no sería justo, es incierto y resultaría poco inteligente". Sobre el obispo de San Sebastián y el vicario general de la diócesis, José Antonio Pagola, afirmó: "Están contra la violencia y por la paz, no albergo dudas, aunque echo en falta en ocasiones una mayor nitidez".

El ministro del Interior rechazó las acusaciones de "montaje" en tomo a José Ramón Treviño lanzadas por los encargados de la defensa jurídica del sacerdote. "La orden de intervenir la dio el juez", aseguró. "Treviño es dueño de sus actos. Estamos asistiendo a una polémica improcedente".

También se quejó el ministro del Interior de "varias semanas de juicios de intención no pertinentes" sobre la actitud de los partidos vascos, y en especial el PNV. Luego subrayó que "es momento propicio" para que las fuerzas políticas del País Vasco sigan haciendo lo que hacían, "y también el PNV".