La policía logra hacerse con ordenadores y ficheros informáticos en poder de los dirigentes etarras
José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, fue el hilo conductor de la operación que el pasado domingo culminó con su propia detención y de otros dirigentes etarras. La residencia de Txelis, el ideólogo y estratega de ETA, fue descubierta en Ghetary, cerca de San Juan de Luz. Txelis fue seguido "casi las 24 horas del día" desde principios de año. La policía continuó ayer en el País Vasco francés las actuaciones contra la infraestructura de ETA, a partir de la información conseguida tras la detención el domingo de la cúpula de la organización terrorista. Al menos media docena de viviendas fueron registradas durante el día y se incautaron gran número de documentos sobre la organización, además de varios ordenadores y numerosos disquetes.
Fuentes policiales mostraron ayer su confianza en poder conocer el contenido de este material informático. "La masa de información puede ser trascendental para el futuro", señalaron. Los investigadores antiterroristas se tendrán que volcar ahora en hallar las claves que permitan acceder a los datos contenidos en los ficheros informáticos. La tarea puede resultar tan infructuosa como lo fue con el ordenador decomisado en enero de 1989 a otro dirigente, José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, especialista en informática. El contenido de aquella máquina nunca se pudo destripar.Cuando las autoridades francesas irrumpieron en la villa de Bidart donde estaba reunida la cúpula etarra, Luis Roldán director general de la Guardia Civil, telefoneó al ministro del Interior, José Luis Corcuera, y le espetó: "Ministro, ibingo!"
¡Bingo!
Corcuera, escéptico, interrogó a Roldán para asegurarse de que había oido bien: "¿Qué quiere decir bingo?" Y Roldán estalló de júbilo: "Todos, ministro. Han caído todos". La alegría del titular de Interior y del jefe de la Guardia Civil era bien explicable. El resultado final de la operación en Francia había estado en nebulosa hasta sólo unos minutos antes. Tanto es así que cuando los policías irrumpieron en la villa de Bidart todavía no las tenían todas consigo sobre la presencia dentro del tan buscado Pakito.
"Se llegó a la convicción total de que se trataba de Pakito porque los agentes oyeron cómo gritaba a Philippe Lasalle Astiz, otro de los capturados en el chalé. Y por la forma y el tono en que lo hacía, se vio que tenía que ser el jefe", relatan fuentes de la investigación. El hilo que condujo hasta la detención de los dirigentes de ETA se consiguió a finales del pasado año. La Guardia Civil obtuvo unos datos que permitieron conocer la localización de Txelis.
El. Ministerio del Interior francés ponía ayer el acento en que la detención de Pakito y otros miembros de la cúpula etarra se había desarrollado "sin violencia". Además de Pakito, Txelis y Joseba Arregui, Fittipaldi, fueron detenidos: Manuel Rodríguez, guardaespaldas y chófer de Pakito, nacido en España pero nacionalizado francés; Dolores Ramírez, la compañera de Txelis; Mathieu Tuya y Gatxiutxa Tuya, ambos profesores y propietarios del chalé de Bidart Etxe Maitia (Casa querida); y Philippe Lassalle, Pierre Langou, Bernard Marot, Bernardette Marot, Michel Lapatie y Maria Andrée Azurmendi.
Hacia las 18.30 horas del domingo, tras constatar en la villa de Bidart, cerca de Biarritz, la presencia de una decena de personas, entre ellas un hombre con "gran parecido físico" con el jefe de ETA, los hombres del RAID, una unidad de élite, tomaron al asalto el lugar. Los principales detenidos en la operación fueron trasladados ayer desde Bayona a Burdeos.
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