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Tanta moda, ¿no incomoda?

Centros y locales comerciales captan clientes organizando desfiles-espectáculos

Cibeles ya no está sola. A la famosa plataforma oficial del diseño en Madrid le han salido imitadores de todos los tamaños. Primero fue Izaguirre, el restaurador, el que organizó desfiles paralelos a Cibeles en su restaurante. Esta semana, centros comerciales y locales de moda han celebrado el cambio de estación y el consiguiente cambio de vestuario. Parquesur de Leganés, Archy o el centro comercial La Albufera, en Vallecas, rinden tributo a la moda. Este último lugar organizó ayer y anteayer dos divertidos desfiles.

El pase de modelos fue todo un acontecimiento para los vecinos de Vallecas. Las escaleras mecánicas habían sido acordonadas y el centro iba adquiriendo por momentos el ambiente propicio para que algo fuera a suceder.Una simpática atmósfera donde sonaba atronadora una canción de Joe Cocker, las órdenes corto-cambio-fuera de los empleados incansables en el manejo de sus transmisores, chicas vestidas de domingo, azafatas repartiendo sonrisas como flautistas de Hamelin cada vez que enseñaban sus tesoros: globos, mecheros, pegatinas...

Palomitas y piropos

Señoras amarradas a su silla blanca de tijera, jóvenes matrimonios empujando el carrito del bebé, papás de cara escéptica, niños encaramados en los hombros de los mayores, chupetes, palomitas y piropos para los modelos, divertidos ante un ambiente tan lejano de la alta costura."¡Guapos, bollazos!", gritan las quinceañeras. "Mira, yo buscando al hombre de mi vida y aquí lo tengo". Ellas no son precisamente Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Linda Evangelista, pero consiguieron impresionar a un público boquiabierto ante la presencia, en carne y hueso, de auténticos maniquíes.

El centro comercial La Albufera, abierto el pasado 18 de septiembre, se parece a tantos otros, calcados a su vez de los mall made in USA. Terrazas con sombrillas, artículos deportivos, mucha lencería, complementos... Cervecerías, hamburguesas, café y minicines. Artículos de marca para todas las edades. "Es nuestra segunda casa. ¿Hacemos pellas? Al centro comercial", comentan dos colegialas. "Venimos todas las tardes a echar un café. ¿Quiénes? Pues mi prima, que pronto cumplirá 80 años, y yo que tengo 58. El desfile está muy bien".

Los afortunados ocupantes de la primera fila acercan la nariz hasta el borde de la pasarela, y los niños pisotean las faldas de sus madres para aplaudir a las chicas ataviadas con lo que se llevará el próximo verano. "Al menos en este desfile vemos cosas que luego podemos comprar, porque están en estas tiendas".

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Un señor apenas da crédito a lo que ven sus ojos: "No se cómo se pueden vestir así con este frío". Y más allá, Joaquín Abascal, "hermano de Nati", vela por la buena marcha de sus dos tiendas. "Acabamos de llegar de París", cuenta el hermano de la popular modelo, ex duquesa y ahora reclamo publicitario de olor de hogar. "De Valentino y Lacroix a... Vallecas. ¡Menudo salto!".

Bob Niko, bailarín y coreógrafo, llevaba muchos años organizando desfiles parecidos en centros similares. Ángel Moreno, gerente del centro comercial, asegura que necesitan tiempo para que el público acuda, "aunque la gente de Vallecas es muy activa. No se trata de alta sociedad, pero hay un poder adquisitivo medio". Y la fiesta continúa. Con esa capacidad que sólo tienen los barrios de hacer solemnes los actos vecinales, Vallecas rindió tributo a la moda.

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