El drástico control de los accesos al aeropuerto irrita a los usuarios
Los cuidadanos que ayer acudían a Barajas para acompañar a los viajeros clamaban al cielo al ver que una valla vigilada por la policía les impedía estar con algún familiar en una escala, acceder a la cafetería o simplemente despedir a los suyos. Una huelga de limpieza de los trabajadores de centros públicos ha cerrado el aeropuerto internacional de Barajas a los que no llevan su billete de avión. La dirección del aeropuerto considera que los usuarios entienden estas "molestias", cuya justificación es evitar que Barajas se convierta en un vertedero.
La basura abundaba ayer en Barajas. La huelga emprendida por el personal de limpieza por medidas laborales empezó a notarse en su segundo día. Muchos usuarios del aeropuerto no relacionaban ayer tener impedido el paso por motivo de la huelga.Un empresario alemán establecido en España desde hace años, que declinó dar su nombre, reclamaba su "derecho como hombre libre" a traspasar la barrera y utilizar el servicio de cafetería. "Estoy aquí en una misión oficial, en espera de un secretario de Estado alemán. No llevo pistola, ¿por qué no puedo entrar?".
Inevitablemente, los viajeros o acompañantes extranjeros, como este empresario, comparaban esta situación con la de otros países europeos. Concluían que nunca habían visto nada igual, y también irremediablemente, ironizaban sobre la aspiración de España a ser parte de Europa.
Antonio Torrejón, portavoz de la dirección del aeropuerto, explicaba ayer que se trata de evitar males mayores. "La Administración se ha adelantado para que Barajas no sea el escaparate de este conflicto laboral".
Algunos ciudadanos eran comprensivos con el control del aeropuerto. Un acompañante polemizaba con una ciudadana indignada: "Hace dos años, en una huelga similar, los trabajadores venían a tirar la basura, dejando esto hecho un asco". Al otro lado de la valla de seguridad, algunos empleados de limpieza estaban ayer concentrados sobre un mar de cáscaras de pipas y cacahuetes.
José Miguel Villa, otro usuario, denunciaba ayer por la tarde el "estado policial" que presenta Barajas estos días. Su esposa hacía meses que no veía a sus padres, que venían de Canarias y después cogerían un vuelo internacional. Tenían hora y media para charlar y tomar un café. No fue posible que disfrutasen de este breve encuentro.
Los sindicatos UGT y CCOO transmitieron ayer su preocuación al delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, por la situación del aeropuerto, ya que si hubiese un incidente sería dificil evacuar el recinto. Crespo recogió esta preocupación, aunque señaló que las medidas de seguridad las ha tomado el aeropuerto.
La huelga de limpieza fue secundada ayer por un 80% de los trabajadres según los sindicatos CC OO y UGT y por el 20% según la patronal del sector, Aelma. Los representantes sindicales pidieron ayer a Segismundo Crespo que modifique los servicios mínimos en algunos casos, como en los centros comerciales. Los sindicatos denuncian que en muchos centros han sido establecidos unilateralmente por las empresas. En el Metro y en los hospitales y asilos sí están pactados los mínimos, que son del 40% y del 50%, respectivamente.
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