Francia, aparte

¿Hacía falta colocar a Jean-Marie Le Pen en el centro de la campaña electoral? Interesante pregunta, pero sin objeto. El líder del Frente Nacional está en el centro de los debates desde hace ya mucho tiempo. Y, la verdad, tanto mejor. Cuanto más se conozca y se combata lo que reclama la extrema derecha, la democracia alcanzará mejor su misión. Se consideré, al principio, la disolución del Frente Nacional. Georges Pompidou lo hizo cuando se amparaba bajo otra bandera: Orden Nuevo. Hoy, el remedio sería, probablemente, peor que la enfermedad. ( ... ) Los democratas siempre se han molestado en combatir a los totalitarios en el terreno elegido por estos últimos. Es un viejo debate, y es inútil volver a él. ( ... )Por el contrario, y lo que resulta intolerable, Jean-Marie Le Pen toma a los franceses -nos toma- por retrasados. Y esto bien merece que cada uno libre su batalla. Tendremos buena imagen en la escena internacional el día en que, por ejemplo, Le Pen se presente a una segunda vuelta de unas elecciones presidenciales.

El líder del Frente Nacional es un demagogo porque no tiene ninguna oportunidad -y él lo sabe- de aplicar su programa. A menos que haga salir a Francia de la Comunidad Europea, la aísle del resto del mundo e invite a sus compatriotas a acompanarle, por la vía de un subdesarrollo social y moral, hacia el famoso modelo albanés.

15 de marzo