La liberalización de precios en Rusia reduce a la mitad las ventas de bienes de consumo
Durante los meses de enero y febrero últimos, la población de Rusia ha adquirido poco más de la mitad (55%) de bienes de consumo que compró en igual periodo de 1991, según datos del Comité de Estadística de la Federación Rusa. Este descenso drástico, consecuencia de la liberalización de precios del 2 de enero pasado, se ha producido a pesar de que numerosos productos, desaparecidos desde hacía un año, han reaparecido en las estanterías de las tiendas.
Según consta en el memorándum que acaba de remitir al Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación en Rusia fue del 145% el pasado año, y se prevé que, a causa de la liberalización de precios del 2 de enero, el aumento del coste de la vida sea el primer trimestre de 1992 del 350%.La cifra de ventas de minoristas, según el citado comité, fueron durante esos dos meses de 181.400 millones de rublos (aproximadamente la misma cifra en pesetas), una cantidad cuatro veces mayor que la obtenida por las ventas efectuadas en el mismo periodo de 1991. Sin embargo, como consecuencia de la inflación, "la cantidad de bienes adquiridos por la población es el 55% de los comprados en enero y febrero de 1991", según subraya un documento elaborado por los servicios técnicos del Parlamento ruso, al que ha tenido acceso este diario.
Con relación a los dos primeros meses de 1991, en enero y febrero últimos los rusos han reducido a la mitad sus adquisiciones de carne de vacuno y de ave, de pescado y de productos de confitería, mientras que las de embutidos las han reducido a un tercio. Para los huevos, la margarina, el azúcar y la sal, la reducción se sitúa entre el 31% y el 40%.
Los consumidores rusos, sin embargo, no están echando mano todavía de sus ahorros acumulados. El mismo documento señala que los ingresos en las cajas de ahorro fueron en la primera mitad de febrero de 6.400 millones de rublos, "un 31% más que durante todo el mes de febrero de 1991 ". Ese ahorro, con todo, es inferior en términos relativos al del año anterior. De la disminución del ahorro real se pasará pronto a la incapacidad de ahorrar si se cumple la previsión del comité de estadística ruso, que pronostica que "la demanda de productos comenzará a aumentar a partir de marzo porque las reservas" previamente acumuladas en las despensas "van a empezar a terminarse".
La enorme merma de la capacidad adquisitiva de los rusos se constata en las cifras que acaba de proporcionar el propio Gobierno ruso. Según consta en el memorándum que acaba de remitir al Fondo Monetario Internacional (FMI), los precios se habrán multiplicado en 15 meses más de 11 veces.
Menos ingresos
El incremento nominal de los ingresos de la población ha sido mucho menor, como se colige del hecho de que la recaudación del Estado por los impuestos que gravan esos ingresos se haya multiplicado sólo por 3,2 en los primeros 45 días del año, en comparación con igual periodo de 1991. Los mecanismos puestos en marcha para corregir esa enorme diferencia -aumento de las pensiones mínimas en 200 rublos, incremento del 45% a parte del personal dependiente del Estado, etcétera- sólo paliarán parcialmente la diferencia entre la multiplicación por 11 de los precios y la triplicación de los salarios.La perspectiva inmediata es que la merma del poder adquisitivo continúe. Dentro del paquete de medidas presentadas al FMI, que el responsable de la economía rusa, Yegor Gaidar, ha definido como "segunda fase de la reforma", figura la liberalización este mes de la práctica totalidad de los precios que siguen controlados. Pero sobre todo, establece el progresivo avance hacia los precios internacionales del petróleo y sus derivados.
El propio Gaidar explicó el miércoles en el Parlamento que el precio actual del petróleo es sólo el 7% del internacional. "No tiene sentido", dijo, "que una tonelada de crudo cueste lomismo que cuatro kilos de carne". El objetivo es que a finales de 1993 el precio de los combustibles se iguale al mundial. De momento, en abril, se situarán en el 30% del precio internacional.
Rebrote inflacionista
El rebrote inflacionario de la segunda fase de liberalización de precios se prevé que será, según el memorándum, del 50%-75% en abril y que luego el ritmo irá disminuyendo hasta alcanzar el 1%-3% mensual en el cuarto trimestre del año, gracias a las medidas estabilizadoras que prevé el plan, entre las que figura el férreo control de la emisión de moneda y las restricciones crediticias. La previsión gubernamental es que la inflación para el conjunto de los tres últimos trimestres del año sea del 100%-140%, que ya ha sido considerada optimista en los medios especializados rusos.
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