El Barça falló en los momentos decisivos
La presencia del Barcelona en la final four de Estambul dependerá de la capacidad de sus jugadores para superar, por una parte, la presión que representa ganarle dos partidos seguidos en el Palau Sant Jordi a un rival del poderío y experiencia de Philips y por otra, quizás la más importante, superar en pocos días ese complejo de vulnerabilidad que se ha creado tras las últimas derrotas sufridas. El nuevo sistema de clasificación de la liga europea le ha dado a la competición una dósis de dramatismo tal que el rendimiento de los equipos depende mucho más que de los aspectos meramente deportivos. El prestigio de dos sociedades tan importantes como la del Barcelona y Philips está en juego.Tras un primer tiempo equilibrado en el que el Barcelona aprovechó los pocos minutos que Dawkins estuvo en pista el equipo azulgrana naufragó en los inicios de la reanudación. En los primeros 20 minutos Savic y Coleman dominaron claramente los rebotes y aportaron casi la totalidad de los puntos del equipo. En esa fase la poca precisión en los pases por parte de ambos conjuntos fue la característica principal llegándose al descanso con un igualado 38-36. Pero, la presencia de Baby Gorila como se conoce a Dawkins, fue determinante en la reanudación, distanciándose el Philips 65-50 en lo que parecía la sentencia del partido. Los balones perdidos era la cruz de un Barcelona que andaba a la deriva. Paradójicamente y cuando mas encarrilado tenía el partido, el Philips comenzó a fallar y el Barcelona demostró que lo único que no ha olvidado es ese innegable espíritu de lucha que tantas victorias le ha dado esta temporada.
Con Galilea y Solozábal como motores del equipo iniciaron una espectacular remontada que les llevó a tener el partido en franquicia cuando, a falta de un minuto, ganaba por un punto. Pero a los azulgranas les faltó ese acierto tan importante en los momentos decisivos y vio cómo una proeza que tenía en sus manos se convertía en un resultado adverso que, momentáneamente, le aleja de ese sueño que se llama Estambul.
Triunfo del Partizán
En el cuarto partido de la fase de cuartos de final de la Liga europea el Partizán volvió a jugar en Belgrado. Y el retorno fue victorioso. La víctima fue el segundo equipo italiano que participa en estos cruces decisivos, el Knorr de Bolonia. El conjunto serbio venció por una diferencia de 13 puntos (78-65). Los boloñeses disponen ahora de dos partidos en su pista, los próximos martes y jueves, para intentar dar la vuelta a la eliminatoria.
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