Bill Clinton se perfila como el adversario demócrata de George Bush
Bill Clinton, un sureño de 45 años respaldado por una alianza del voto negro y de las clases más populares, se perfila como el más probable candidato a disputar en noviembre la presidencia de Estados Unidos con George Bush, que también ganó ampliamente el supermartes, aunque todavía con un considerable voto de castigo.
Hay que esperar hasta las elecciones del próximo martes en Illinois para dar todo por decidido, pero ya parece seguro que el presidente norteamericano se ha deshecho de la amenaza de Pat Buchanan, que ni obtuvo victorias el martes ni mejoró los resultados de anteriores comicios.El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, proclamó después de conocerse los resultados que "el presidente ha ganado ya de hecho la designación". George Bush triunfó en los ocho Estados en los que los republicanos celebraron primarias, aunque en todos ellos sufrió alrededor de un tercio de voto de castigo en favor de Buchanan. El comentarista ultraconservador no consiguió, sin embargo, su objetivo de ganar al menos en un Estado.
Votos por la economía
Pese a sus buenos resultados, Bush no quiso olvidar el hecho de que su popularidad está sólo en un 39%, y ayer, al felicitarse por su victoria, volvió a decir que "los norteamericanos pueden estar seguros de que la economía saldrá adelante". La gran mayoría de los votantes expresó que esa es su preocupación principal.
Buchanan anunció que, por el momento, seguirá en la carrera, pero sus declaraciones demuestran que ha perdido la energía y las ambiciones de unas semanas atrás. El candidato republicano consideró que ya ha alcanzado su propósito de empujar a Bush hacia la derecha y aseguró que votará por él en las elecciones presidenciales. Negó, asimismo, que tenga intenciones de crear su propio partido para competir por la Casa Blanca.
Con sólo 51 delegados ganados hasta el momento para la convención republicana de agosto, por los 554 que tiene Bush, Buchanan parece a punto de renunciar a seguir con su cruzada, que ya ha producido el efecto de obligar al presidente a reconsiderar su política y a tomar mucho más en cuenta las presiones del sector más conservador del republicanismo.
Paul Tsongas, un David sin dinero, sin respaldo del Partido Demócrata y sin carisma personal, tampoco renuncia todavía frente al Goliat Clinton, que ganó ocho de las 11 elecciones en las que competían los demócratas el martes.
Clinton ganó por casi 50 puntos de ventaja en Tejas y por cerca de 20 en Florida, lo que le da un margen de algo más del doble de delegados que Tsongas para la convención demócrata del próximo mes de julio.
Paul Tsongas ganó en su Estado natal de Massachusetts, en Rhode Island y Delaware, pero tuvo peor resultado de lo previsto en Florida y no llegó al 20% de votos en los demás Estados del sur en los que se celebraron elecciones. Tsongas negó, sin embargo, que esto suponga el final de sus aspiraciones presidenciales. "En Illinois y Michigan vamos a competir el martes por primera vez en terreno neutral, y ésa será mi gran oportunidad para ganar", dijo el ex senador por Massachusetts. Un portavoz de este candidato admitió que Illinois será "una especie de Stalingrado para Tsongas".
En Illinois está en juego para él el todo o la nada. Tsongas tiene a favor en ese Estado del norte una fuerte presencia de electorado con mayor nivel económico y educativo, entre quienes ha demostrado contar con muchas más posibilidades, pero tiene en contra el poder en Illinois de los sindicatos, que seguramente orientarán el voto de los trabajadores a favor de Clinton.
Pero Tsongas se enfrenta además a otro obstáculo, tal vez más importante: la falta de recursos financieros para competir en igualdad de oportunidades.
El 34% obtenido en Florida o el 18% de Tejas los logró a pesar de una campaña escasísima de medios. En Tejas, por ejemplo, no había ni una sola oficina ni un teléfono al que llamar para preguntar por las actividades de Tsongas. Lo único que, por el momento, tiene a favor ese candidato es que las encuestas demuestran que tendrá más posibilidades que Clinton en un eventual duelo contra Bush.
Vulnerabilidad
Clinton, que sostiene una de las campañas mejor organizadas que se recuerdan en muchos años, sale casi a escándalo por semana, lo que le hace muy vulnerable con vistas a sus aspiraciones presidenciales.
Para Clinton, la victoria en Illinois no es tan dramática, pero también necesita ganar para demostrar su fuerza lejos del sur. En Illinois, Clinton pondrá a prueba también si el apoyo de los negros y de los sectores con menos nivel educativo y menos poder adquisitivo -entre los que su ventaja es superior al 70%- es suficiente para derrotar a Tsongas en terreno neutral.
Clinton puede perder en el norte parte del voto liberal en favor del tercer candidato demócrata, Jerry Brown, que el martes no tuvo resultados positivos en ningún Estado. El tercero en discordia por parte republicana, el ultraderechista David Duke, fue barrido incluso en su Estado de Luisiana.
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