Guerra trata de recuperar en Estados Unidos su anterior imagen política
La visita que durante cinco días ha realizado Alfonso Guerra a Estados Unidos ha dejado al descubierto la intención del vicesecretario general del PSOE de recuperar el respeto político del que disfrutó en los años ochenta. Durante su viaje a Nueva York y Washington, justificado por dos conferencias sobre el futuro del socialismo, el ex vicepresidente del Gobierno entabló una nueva batalla contra el estigma del caso Juan Guerra y con los intentos de relacionar al Ejecutivo con Ibercorp.
El viaje del líder socialista se ha interpretado como uno de los ejemplos de su deseo de regresar a la política activa, libre de cualquier carga judicial que pueda perjudicar su imagen y la de su partido, aunque él haya manifestado que su máximo interés en la vida "está determinado por la existencia de dos hijos".Él mismo justificó su presencia en EE UU como una buena ocasion para hacer una revisión histórica de la política española y transmitir la realidad de la España contemporánea, un país con gran futuro si camina por la senda de la unidad". En el viaje descubrió, sin embargo, que sus ideas políticas no interesan tanto como su opinión acerca de los temas sobre los que él no quiere hablar, los de debate, y fundamentalmente el de la corrupción, algo sobre lo que se le interroga constantemente.
Durante su estancia en Nueva York se alojé en el lujoso hotel Waldorf Astoria -su lugar de residencia durante sus visitas a esta urbe- y definió la ciudad como "una gran ciudad, aunque la mía, Sevilla", añadió, "tampoco está nada mal". Guerra hizo este comentario en el consulado español en Nueva York, que le prestó un coche oficial.
A las pocas horas de llegar a la ciudad, Guerra y sus acompañantes asistieron a un teatro de Broadway para ver un musical. A Rafael Delgado, su secretario personal, le costó confirmar ante los periodistas que la obra en cuestión era El fantasma de la ópera. El miércoles, Guerra tuvo una entrevista con la prensa española acreditada en Estados Unidos.
Enfrentamientos con la prensa
El encuentro se caracterizó por los constantes enfrentamientos entre el vicesecretario y los medios informativos. "A los medios de comunicación españoles les falta profesionalidad", dijo el político.Por la noche, Guerra asistió a una cena en la residencia del embajador de España ante Naciones Unidas, Juan Antonio Yáñez-Barrionuevo.
La visita de Guerra fue calificada en medios diplomáticos como privada. Por la noche, y en compañía de unos amigos, el líder socialista se comió una langosta en el barrio de Georgetown. El vicepresidente volvió el viernes sobre el futuro del socialismo en el Woodrow Wilson Center, uno de los foros más prestigiosos. Guerra ofreció su charla sobre España y la nueva Europa, y al igual que en el Spanish Institute, no cobró por ello.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.