El Mediterráneo compite con el este de Europa por atraer la atención de la CE
El Mediterráneo, como desafío, está a punto de ganar la batalla al Este en la sensibilización de la opinión pública europea. La necesidad de que la futura política de vecindad de la Comunidad Europea integre en régimen de igualdad al Este y al Sur fue recalcada por Miguel Ángel Moratinos, director del Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, en el seminario Europa contra Europa, que ayer se clausuró en el parador Conde de Orgaz de Toledo.El seminario, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos y patrocinado por el Ministerio de Defensa, analizó la incertidumbre y complejidad que envuelven al emergente orden europeo, un orden que, según los ponentes, habrá de descansar sobre cuatro pilares: el Mediterráneo, Rusia, Europa del Este y el vínculo con Estados Unidos.
El diputado popular Miguel Herrero alabó la política del Gobierno español hacia Marruecos por considerar que esta cooperación es fundamental para garantizar la estabilidad del Magreb. Herrero, que secundó la afirmación de Moratinos de que "el Sur también se siente amenazado por el Norte", propuso la cooperación militar, a través de mandos integrados, entre las dos riberas de la frontera mediterránea, como elemento desactivador de eventuales conflictos. Moratinos, que considera altamente positivo que "el Sur se frote con la modernidad", hizo especial hincapié en la necesidad de potenciar la ayuda económica y financiera al Magreb.
Los debates en tomo al futuro de Europa, plagados de puntos de vista contradictorios, demostraron hasta qué punto ese futuro es incierto y complejo. Son demasiados los dilemas (algunos posiblemente falsos) aún por resolver, empezando por el dificilmente resoluble de si ampliar o profundizar la unión europea.
El francés Pierre Lelouch, asesor de Jacques Chirac, abogó por un movimiento a dos bandas: democratizar la toma de decisiones comunitarias en el marco de una apertura al Este. El español Andrés Ortega, experto en temas de seguridad y defensa, considera que "la incorporación del Este es el principal reto" para la CE.
El debate sobre el reconocimiento, por presiones alemanas, de las repúblicas yugoslavas de Eslovenia y Croacia puso sobre la mesa la imperiosa necesidad de fijar principios intemacionales sobre derechos de las minorías e integridad territorial. Un ejemplo: primero se lucha por la integridad territorial de Kuwait y luego se bendice la desintegración de Yugoslavia.
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