Rusia frena en seco el independentismo tártaro
El Parlamento ruso decidió ayer oponerse categóricamente a los ánimos independentistas de una de las principales repúblicas que forman parte de la Federación Rusa, atemorizado por el referéndum que dentro de dos semanas se celebrará en Tatarstán y que puede ser el comienzo de un proceso de desintegración de Rusia similar al que vivió la URSS. El lenguaje y los argumentos esgrimidos para condenar a los independentistas son prácticamente los mismos que utilizaba la antigua dirección del destruido imperio comunista.
Los parlamentarios rusos aprobaron ayer por amplia mayoría una resolución en la que piden al Tribunal Constitucional que declare ilegal la convocatoria de un plebiscito en Tatarstán, así como la ley de referéndum de esa república, las enmiendas a la Constitución tártara introducidas en abril de 1991 y la declaración de soberanía de Tatarstán en el punto que establece la primacía de las leyes tártaras sobre las rusas."¿Está usted de acuerdo en que la República de Tatarstán es un Estado soberano, sujeto de derecho internacional, que establece sus relaciones con la Federación Rusa y las otras repúblicas y países basándose en acuerdos de igual a igual? ¿Sí o no?". Éste es el texto que deberán votar los ciudadanos de Tatarstán el sábado 21, lo que, como dicen los diputados en su decisión de recurrir al Tribunal Constitucional, "de hecho puede conducir a la modificación de la estructura nacional estatal de la Federación Rusa y a la destrucción de su integridad territorial".
Constitución comunista
Curiosamente, el Parlamento ruso pide que se cumpla con la antigua Constitución comunista, que con anterioridad ha criticado en numerosas oportunidades. Curiosamente también, el referéndum, ilegal de regirse por la antigua ley fundamental sería legal de acuerdo con el proyecto de nueva Constitución. Además, los pecados de Tatarstán ya los cometió Rusia con respecto a la URSS cuando ésta aún existía (primacía de las leyes rusas sobre las soviéticas, por ejemplo).
Los parlamentarios también aprobaron un mensaje al Sóviet Supremo, al presidente y al pueblo de Tatarstán en el que se dice que el referéndum pretende "obtener la anhelada aprobación de la ruptura de las seculares tradiciones del pueblo tártaro con otros pueblos y la salida de la República de Tatarstán de la Federación Rusa".
Las decisiones del Parlamento ruso sólo servirán, para fortalecer las posiciones de los nacionalistas y -exacerbar los ánimos antirrusos. Tatarstán, con cuatro millones de habitantes, una extensión equivalente a la octava parte de España, su petróleo y su potencial industrial, puede convertirse en un problema mucho más serio que Chechenía para Rusia e inducir a otras repúblicas a seguir su ejemplo, originando un proceso de desintegración de la Federación Rusa difícil de detener.
Mientras tanto, en el disputado enclave armenio de Nagorni Karabaj, en territorio de Azerbaiyán, continuaron los combates y los bombardeos. Los azerbaiyanos atacaron Kazanchí, matando a 25 personas e hiriendo a 113, pero fracasaron en su intento de tomar este poblado armenio.
Los diputados azerbaiyanos, reunidos en Bakú en sesión extraordinaria del Sóviet Supremo para discutir la situación en Nagorni Karabaj, eligieron al rector del Instituto de Medicina, Yakub Mamédov, como nuevo presidente del Parlamento después de que Elmira Kafárova renunciara por motivos de salud.
Unos 5.000 manifestantes se congregaron frente al edificio para pedir la dimisión de Ayaz Mutalíbov, presidente de Azerbaiyán, que también participa en la reunión del Parlamento.
La oposición, en especial el Frente Popular, hace tiempo que está ejerciendo presión sobre Mutalíbov, y pide su renuncia por su incapacidad para resolver el conflicto de Nagorni Karabaj.
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