ETA amenaza a una empresaria que denunció que la banda la chantajeaba

La negativa a pagar el impuesto revolucionario y la denuncia de la extorsión a que iba ser sometida, son las razones que argumenta ETA en un comunicado hecho público ayer para explicar el envío de una carta bomba a la hija de Elena Cormenzana Lirra, empresaria de San Sebastián a la que la banda armada había exigido dinero. Familiares de Elena Cormenzana calificaron ayer de "horror" y "locura" la revelación por ETA de la identidad de la empresaria. En el texto, que ayer publicó el diario Egin, la dirección de ETA asume también la autoría de cinco asesinatos.El gobernador civil de Guipúzcoa, José María Gurruchaga, aseguró ayer que tanto la, familia Cormenzana como todos aquéllos que han recibido amenazas de ETA recibirán medidas especiales de protección. Elena Cormenzana recibió a finales del pasado año una carta de ETA en la que se le exigía una cantidad de dinero. Las investigaciones de la Ertzaintza sobre el impuesto revolucionario permitieron en febrero detener a sus presuntos extorsionadores. Poco después, agentes del Cuerpo Nacional de Policía desactivaron en Correos un paquete bomba dirigido a la hija de Elena Cormenzana. ETA asegura que envió la bomba a la empresaria "por no haber querido pagar el impuesto revolucionario y por haber denunciado a nuestros inilitantes".

ETA asume también la autoría del asesinato en Santander de los civiles Eutimio Gómez, Julia Ríos y Antonio Ricondo; el del policía Ángel García, en Murcia, y el del guardia civil José San Martín, en Getxo. Sobre el atentado de Santander, ETA indica: "Nuestro único objetivo eran los policías españoles y no ciudadano alguno".

Por otra parte, al menos uno de los empresarios del grupo Utelan-Berri, constructor de la autovía en Guipúzcoa, pagó en noviembre a ETA una parte de la cantidad que le había sido exigida como impuesto revolucionario. En los vídeos que grabó la Ertzaintza y que se hicieron públicos aparece un empresario de ese grupo constructor que espera a que los extorsionadores recojan del maletero de un coche la cantidad previamente acordada.