El Plan de Infraestructuras que prepara el Gobierno contempla la reducción de servicios por parte de Renfe

El Plan de Infraestructuras que elabora el Gobierno para los próximos 15 años contempla, entre otros extremos, la reducción de los servicios que presta Renfe. En otras palabras, que la empresa centre su actividad allí donde pueda ser rentable, además de cercanías. Entre las prioridades del mencionado Plan, se encuentra la construcción de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona y de la autovía del Cantábrico. Una comisión de expertos en ferrocarriles, encabezada por el que fue presidente del Metro de Madrid, Guillermo Vázquez, estudia ahora la situación de Renfe, que el pasado año tuvo un déficit de gestión de 53.000 millones de pesetas, además de recibir otros 195.000 millones de subvenciones.De acuerdo con el Plan de Infraestructuras, Renfe debe á centrar su actividad -al margen de las cercanías, que deberá cubrir por razones sociales- en las líneas de largo recorrido y el transporte especializado de mercancías. Sólo así la compañía podrá frenar el aumento del déficit global que, en 1991, ha superado los 249.000 millones de pesetas. Los expertos del MOPT vaticinan que el déficit continuará creciendo al menos durante los dos próximos ejercicios.

Con la reducción de servicios que se esboza (menor frecuencia de trenes en determinadas líneas de largo recorrido y supresión de algunas líneas regionales), Renfe podría afrontar además, sin medidas traumáticas, un recorte de personal que se considera inevitable, y que podría llegar a los 7.000 empleados en los próximos seis o siete años.

La reducción de servicios en Renfe sería compensada por la carretera. El Plan, que desarrolla la secretaría general de Planificación y Concertación Territorial del MOPT, prevé la construcción de más 4.000 nuevos kilómetros de autovías para completar la red actual. Fuentes del MOPT señalan que estas nuevas autovías se construirán cerrando la malla radial con origen en el centro del país que existe actualmente.

Las nuevas autovías tendrán trazados, por lo tanto, norte-sur, este-oeste y diagonales. Aunque aún no están definidos los puntos de inicio y final de los tramos, el más importante será el que recorra la cornisa cantábrica. De esta forma, el Gobierno recoge uno de los puntos básicos del plan de reindustrialización de Asturias.

En cuanto a la construcción de la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, se considera inevitable -además de necesaria- puesto que la decisión fue rubricada en Consejo de Ministros celebrado hace tres años. La construcción, no obstante, carece todavía de fecha de inicio y, por supuesto, de presupuesto.

Además, el Plan pretende reforzar las infraestructuras de las ciudades menos beneficiadas por el caudal inversor de 1992. En concreto, los técnicos del MOPT tienen la intención de diseñar intercambiadores a la entrada de las grandes ciudades con la idea de evitar las aglomeraciones de tráfico. El primer ejemplo será la entrada de la Nacional VI a Madrid, donde se habilitarán carriles especiales para los coches totalmente ocupados y para los autobuses.