ETA ordena seguir colocando bombas en los coches de policías, sin importar la presencia de niños
ETA ordenó en enero pasado a sus activistas que sigan colocando bombas en coches de policías sin importarles la presencia de niños, en una carta de la dirección intervenida a un miembro del desarticulado comando Vizcaya. La vida de un terrorista "vale 100 veces más que la de un hijo de un txakurra" (término despectivo para designar a un policia), afirma el texto, divulgado ayer por el gobernador civil de Vizcaya, Daniel Vega.
La misiva anima a los terroristas a "no escatimar medios" porque "ya estamos en el 92" y a no arriesgar innecesariamente la vida", incluso aunque "el enemigo utilice cobardemente a sus hijos para protegerse". ETA suele justificaron este argumento el asesinato de mujeres y niños. Vega reveló, por otra parte, que ETA utiliza niños para recabar información destinada a perpetrar atentados, según consta en unas diligencias judiciales.La dirección etarra adjunta a la carta informaciones sobre vehículos de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y pide que, tras comprobarla, se les coloquen lapas o bombas adosadas mediante imanes. El texto equivale a una orden tajante para repetir atentados como el que el pasado noviembre costó la vida en Leioa (Vizcaya) al niño de dos años Fabio Moreno o el mes anterior arrancó las piernas a Irene Villa en Madrid. En ambos casos, los niños iban en los coches de sus padres. El número de víctimas mortales de ETA este año se eleva a 15.
La carta de la dirección de ETA en Francia refleja la preocupación por los movimientos críticos entre sus presos. La exigencia de que los activistas detenidos "sepan aguantar" y la acusación implícita a quienes se encuentran en las cárceles de que han preferido dejarse detener para seguir vivos, va evidentemente dirigida a Isidro Etxabe y Juan Antonio Urrutia. En conversaciones con familiares en la prisión de Nanclares de la Oca (Zava), ambos criticaron la continuidad de la violencia, se pronunciaron por las vías políticas y descalificaron los atentados indiscriminados y los asesinatos de niños, calificando de imbéciles y subnormales a los actuales dirigentes.
Cerrar filas
El habitual llamamiento a cerrar filas porque con "la movida en las cárceles" el enemigo intenta dividimos" se produce en paralelo a las descalificaciones de la organización terrorista a algunos miembros destacados de Herri Batasuna (HB), contenida en la circular interna de diciembre pasado. En aquel texto, conocido el pasado fin de semana, ETA empleaba la artillería pesada contra las personalidades de HB a las que considera proclives a planteamientos como los de Etxabe y Urrutia.
Daniel Vega reveló, por otra parte, detalles de las formas de actuación de ETA para recabar información, que figuran en las diligencias sobre el comando Vizcaya. Entre otras, la utilización de niños para conseguir datos sobre vehículos de policías o el caso de una informadora que convivió con un presunto narcotraficante año y medio y luego pasó información para que se atentara contra él. El gobernador aseguró también que la policía tiene "colaboradores dentro de Herri Batasuna".
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