La derecha democratica, unico baluarte contra el Frente Nacional en las regionales francesas

La coalición formada por el neogaullista RPR y el centrista UDF se proclamó ayer como el "único baluarte" frente al ascenso del Frente Nacional. A un mes de unas elecciones regionales que van a recomponer el paisaje político, la derecha democrática quiso dar lustre al triunfo el domingo de su candidata en la segunda vuelta de las cantonales en Niza. Los socialistas, según Valéry Giscard d'Estaing y Jacques Chirac, son incapaces de detener a Jean-Marie Le Pen.

Tras haber obtenido el 38% de los votos, en la primera vuelta de la elección parcial de Niza, el candidato del Frente Nacional, Jacques Peyrat, confirmó en la segunda la fuerza de su partido al obtener el 49,35%. No obstante, tuvo que ceder la victoria a la representante del UDF, Marie-Jeanne Murcia, que arrancó el 50,65% de los sufragios. Giscard y Chirac vieron en ese resultado un augurio de la "gran victoria" que esperan celebrar el 22 de marzo.Francia sigue estando marcada por el centralismo jacobino, pero dentro de cuatro semanas, por segunda vez en su historia, sus ciudadanos decidirán por sufragio universal la composición de los consejos regionales. Los girondinos, que durante la Revolución Francesa se opusieron al peso aplastante de París, obtuvieron en marzo de 1982 una postrera satisfacción. La ley elaborada por el ministro socialista del Interior, Gaston Defferre, reconoció el carácter de "colectividades territoriales de pleno ejercicio" de las regiones.

A Laurent Fabius, primer secretario socialista, le ha costado convencer a sus barones de la necesidad de descender a la arena electoral. Los primeros comicios regional-es de la historia francesa, celebrados en marzo de 1986, no fueron demasiado exitosos para el partido del puño y la rosa. Los socialistas sólo consiguieron la presidencia de, dos de las 22 regiones del territorio metropolitano francés. Ahora, ni siquiera están seguros de poder conservar su feudo del paso de Calais.

Sudor socialista

El partido fundado por FranQois Mitterrand va a tener que sudar la camiseta para conseguir una media nacional del 20% de los sufragios, 10 puntos menos de los obtenidos en las regionales de 1986. A tenor de las primeras encuestas, la derecha democrática ganará con el 35% de los votos y una pérdida de cuatro puntos. Nadie ha tenido que convencer a los líder6s de la derecha de la necesidad de poner toda la carne en el asador. Giscard en persona lucha por conservar la presidencia de Auvernia. Pero al ex jefe del Estado y sus socios les resultará muy difícil hacerse con las presidencias sin la ayuda del Frente Nacional. Los ultraderechistas pueden obtener una media nacional superior al 15%.

Dado que este escrutinio se rige por el sistema proporcional y que los presidentes son elegidos por los consejos regionales, Le Pen se convertirá en árbitro en diversas zonas. A la derecha democrática le llegará la hora de la verdad en sus relaciones con el caudillo ultraderechista.

Para los ecologistas también sonará el momopnto de la toma de partido. Serán cortejados por la derecha y los socialistas si la jornada del 22 de marzo confirma que sus dos grandes movimientos, Los Verdes y Generación Ecología, son capaces de obtener en conjunto más del 10% de los votos.

Varios de los grandes espadas de esta campaña lidian en el sureste del país, convulsionado por el debate sobre los inmigrantes. La región Provenza-Alpes-Costa Azul tiene tres candidatos a la presidencia: Bernard Tapie, Le Pen y el actual titular, el centrista Jean Claude Gaudin. Tapie defiende los colores de la "mayoría presidencial". Mitterrand le ha enviado refuerzos en las personas de los ministros Elisabeth Guigou y Jean-Louis Bianco. El cancerólogo Léon Schwartzenberg, el modista Daniel HetchIer y el cantante Enrico Macías figuran asimism . o en las listas del patrón de Adidas. Pero éste tiene problemas con los socialistas locales, a los que disgusta su estilo populista.

La conquista de las regiones es un fin en sí mismo. La ley Defferre otorgó a sus consejos ciertas competencias en materia de educación, transportes y ordenación del territorio. Sin embargo, el nacionalista corso Jean Biancucci confiesa que él sueña con una autonomía como la vasca o la catalana. Y es que ninguna región de Francia cuenta con Parlamentos y Ejecutivos dotados de la autoridad de los lánder alemanes o las autonomías españolas.