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Las grandes cajas aumentaron sus beneficios más que los bancos en 1991

Las grandes cajas españolas presentaron unos crecimientos en sus beneficios netos muy superiores a los grandes bancos -el 31% frente al 15,1%-, aunque siguen sin resolver su tradicional déficit de recursos propios. Las fusiones han sido la vía para resolver este problema, lo que supone una fórmula más contable que real. Las cajas están inmersas en una lucha por reducir sus gastos y mejorar la morosidad de sus créditos, que suponen el 5,7% de los concedidos, un punto por encima de¡ sufrido por los bancos.

La mejora de los beneficios netos de las siete primeras cajas (110.855 millones de pesetas en 199 1, frente a los 84.600 del año 1990, un 3 1 % de aumento) contrasta con el estancamiento de los márgenes que miden la mejora real del negocio. Estas grandes cajas suponen más del 85% del sector de cajas.En el informe que la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) envió a las cajas el pasado 21 de enero se recuerda que el margen de intermediación -el beneficio obtenido por la diferencia entre el dinero que captan y el que prestan- se deterioró 0,21 puntos sobre el volumen de activos totales. Esta cifra, sin embargo, supone un freno en el deterioro que venían sufriendo en los tres últimos años. El margen de explotación, principal barómetro de la marcha real del negocio, permanece prácticamente estancado, ya que sólo sube un 0,01%.

El informe dice que el aumento de los recursos ajenos fue del 12,3% en el último año, lo que ha permitido ganar un punto la cuota de mercado con respecto a los bancos.

Las cajas de ahorros mantenían al final de año una morosidad del 5,7% de sus inversiones crediticias. Esta morosidad, según fuentes del sector, es muy irregular y se concentra en una serie de cajas de tamaño pequeño y mediano, que llegan en algunos casos hasta el 10%. Varias de estas entidades han decidido crear departamentos especializados para recuperar los créditos morosos. Incluso una entidad como la Caja de Madrid la decidido una políti ca de concesión de créditos más prudente.

Las entidades de ahorro han reconocido que su reto cara al futuro es la reducción de los gastos de transformación (personal e informática principalmente), que el año pasado aumentaron el 0,05% sobre el balance, cuando se había propuesto como reto el reducirlos. El total de gastos de explotación de las cajas fue de 709.562 millones de pesetas, con una subida del 10,5% sobre la cifra de 1990.

Dentro de los gastos de transformación, son los de personal los que tienen mayor peso. La Caixa sufrió unos gastos de personal de 100. 158 millones de pesetas, frente a los 91.084 del año 1990.

La Caja de Madrid es la que mejor parada sale con las fusiones, al contar con unos recursos propios de 246.389 millones para una inversión crediticia de 1,6 billones.

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