Viernes relativamente calmo en Argelia, bajo control de fuerzas paramilitares
Discretos contingentes de las fuerzas policiales y de la gendarinería patrullaron ayer, día de la preceptiva plegaria semanal, por las principales calles de la capital argelina y de las más importantes ciudades del país. A pesar de que las autoridades esperaban nuevas protestas del Frente Islámico de Salvación (FIS), el día transcurrió con relativa calma. Sólo en Constantina seis personas resultaron heridas en un enfrentamiento entre la policía e integristas.El choque se produjo al tratar de arrestar la policía a un imain la mezquita de El Arkarn, en el barrio de Auinet el Foul de Constantina. Dos integristas y cuatro policías resultaron heridos en el suceso. Las fuerzas de seguridad abortaron dos amagos de manifestación en la ciudad.
Según anunció el FIS el pasado jueves, 14.000 de sus militantes fueron detenidos por las autoridades en el plazo de una semana. A esta política de detenciones seguida por las autoridades en Argelia se refirió el jueves en Madrid Mohamed Arkuri, experto argelino en derechos humanos, dentro de un un seminario sobre política y derechos humanos en el mundo árabe organizado por el* Instituto Universitario Ortega. y Gasset.
"Paso necesario"
Arkun aseguró que la detención de los militantes del FIS constituye un "paso necesario" para que pueda seguir adelante "el proceso de concienciación que exige el surgimiento de la democracia". "Para hablar de derechos humanos deben cumplirse unas condiciones como son la existencia de un Estado de derecho y el establecimiento de una sociedad civil con una opinión pública que pueda expresarse libremente, cosas que no se dan en Argelia ni en ningún país árabe", declaró Arkun.
Arkun, que se califica a sí mismo como "un luchador por la verdadera democracia", considera que este tipo de acciones puede justificarse con el principio de la razón de Estado, "que en países como Francia -donde la democracia es un concepto vigente desde hace dos siglos- ha explicado delitos escandalosos, como la desaparición del opositor marroquí Ben Barka o asesinatos de talante racista".
"Lo que no puedo aceptar es la aplicación de un lenguaje que procede de países donde se dan las condiciones que constituyen la base de la democracia a una sociedad como la argelina, que ha estado dominada por el partido-Estado, conceptualmente contrario a estos principios". Arkun condena las vías utilizadas por el FIS y el Frente de Liberación Nacional (FLN) para luchar por el poder.
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