Un halcón paloma

Isaac Rabin, a sus 69 años, ha logrado por fin, después de varios intentos infructuosos, ser elegido candidato del laborismo al puesto de primer ministro. Sus posibilidades de triunfar en el intento son grandes. Rabin es probablemente, entre todos los dirigentes de su partido, el que mejor puede recoger a la vez las dos preocupaciones contradictorias de la sociedad israelí: la seguridad y la paz.Rabin aparece como una paloma entre los halcones y como un ha c n entre las palomas. Militar de carrera, él dirigía las Fuerzas armadas cuando Israel se jugó la existencia en la guerra de 1967. Fue nombrado primer ministro en 1974, pero renunció tres años después debido a un escándalo financiero en el cual se vio implicada su mujer.

Los israelíes no lo recuerdan tanto por este episodio poco glorioso como por su papel frente a la Intifada. Como ministro de Defensa, involucró directamente al Ejército en la represión del levantamiento, lo que se tradujo en centenares de palestinos muertos y millares detenidos.

Los sectores más conservadores aprobaron esta política de mano dura. En cuanto a los más pacifistas, en cambio, se sentirán atraídos por el apoyo matizado de Rabin a la fórmula paz por territorios, que le diferencia de Shamir. Afirmó recientemente que los asentamientos judíos en los territorios ocupados constituyen "una carga", y aseguró que pondría en vigor la autonomía para los palestinos en un plazo de nueve meses después de su llegada al poder.