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CRISIS EN VIAJES MELIÁ

Castillos en el aire

Parretti prepara la defensa de su último reducto en España: Viajes Meliá

Vino a España, atraído por el buen momento bursátil, hace seis largos años. Quería conquistar un mercado prometedor. Giancarlo Parretti, el empresario italiano que compró la mítica Metro-Goldwyn-Mayer, no llegó a fare castelli en Spagna (hacer castillos en el aire, en italiano), pero sus complicados negocios y su controvertida forma de actuar le han colocado en una difícil tesitura. Su mayor acreedor, el banco público galo Crédit Lyonnais, junto con su ex aliado el también italiano Fiorio Fiorini, presionan para desbancarle de su último reducto en España: Viajes Meliá.

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Objeto de discordia

Febrero será un mes crucial para Parretti, el hombre que un día tuvo sobre su mesa, para placer de fotógrafos, el león de la Metro.Viajes Meliá, la agencia de viajes que fundara el empresario valenciano José Meliá Sinisterra en 1947, con tres millones de pesetas y ambulancias transformadas en autocares, será el escenario de una cruda batalla empresarial. Por un lado, Giancarlo Parretti, y, por otro, su compañero de aventuras financieras Fiorio Fiorini, aliado en esta ocasión con el banco Crédit Lyonnais, que en 1990 respaldó con dinero fresco la compra por parte de ambos socios de la compañía cinematográfica Metro-Goldwyn-Mayer (MGM).

Crédit Lyonnais quiere resarcirse de unos créditos concedidos a Fiorini y Parretti que superaron los 1.300 millones de dólares. A tan impresionante cantidad hay que añadir los intereses generados y las nuevas inversiones realizadas por el banco en la Metro. A día de hoy, según fuentes al tanto de la operación, el riesgo contraído por Crédit Lyonnais con Fiorini-Parretti supera los 2.000 millones de dólares.

Con Fiorini y su sociedad de cabecera, la suiza Société Anonyme Suisse d'Explotations (SASEA), las cosas, por parte del banco francés, están claras. Hay acuerdo. Con Parretti y su luxemburguesa International Participations, SA (Interpart o Confinance tras su liquidación), es la guerra.

Desbancado

Por el momento, el empresario nacido en la localidad de Orbieto pierde a los puntos. Crédit Lyonnais y Fiorini han desbancado a Parretti y a su familia de dos consejos: el de la sociedad holandesa Meliá Internacional NV (participada por Fiorini-SASEA y Parretti-Interpart) y el de la Corporación Viajes Meliá, participada a su vez en un 67% por Meliá Internacional.

La batalla se centra ahora en Viajes Meliá. La sociedad está participada en un 70% por la Corporación Viajes Meliá y en un 19% por Meliá Internacional. Parretti, además de sus teóricos derechos por su participación en Meliá Internacional y en la Corporación, esgrime una participación adicional (alrededor del 4%) a través de otra de sus sociedades en España, Compañía Mobiliaria. Por su parte, Crédit Lyonnais agita el derecho que le otorga la pignoración de las acciones llevada a cabo en su día por Parretti-Fiorini para hacer frente a su aventura americana.

Con tales armas y bagages, amén de recursos de Parretti contra las decisiones de las últimas juntas celebradas en Corporación Viajes Meliá y Meliá Internacional y abundante presencia en los medios de comunicación, los que un día fueron socios se disputan agriamente, con estruendo, una empresa que, curiosamente, no gana dinero desde la década de los ochenta.

Sólo en un ejercicio, 1989, Viajes Meliá consiguió resultados positivos. El beneficio en 1989 fue de cinco millones de pesetas. Era el momento en que se barajaba la posible salida a bolsa de la empresa. En 1990, según un ex directivo, Meliá perdió en torno a 1.200 millones, y en 1991, dato que no ha podido ser contrastado con la actual dirección, la empresa registró una pérdida operativa de unos 1.700 millones.

En cuanto a la facturación, ha sufrido un importante descenso en los últimos meses. En los años 1989 y 1990, la tendencia fue positiva. Meliá facturé en todo el mundo 62.000 y 68.000 millones de pesetas, respectivamente. En España, la facturación registró la misma tendencia. Sin embargo, en el último ejercicio las ventas de Meliá en España han descendido espectacularmente: de unos 35.000 millones en 1990 a poco más de 28.000 en 1991.

Pero, por supuesto, el empeño en la defensa de sus respectivas trincheras por parte de Fiorini-Parretti en Meliá no es gratuito. Viajes Meliá dispone de una impresionante red de delegaciones en los cinco continentes y, a pesar de la difícil situación por la que atraviesa, tiene nombre (caché, según uno de sus ex directivos).

Resistencia

La empresa, entendida ésta como el conjunto de empleados, instalaciones y delegaciones, resiste. Pese a que muchos trabajadores han sido tentados por la competencia, Viajes Meliá sigue en pie. Los empleados perciben su nómina (Meliá sigue ingresando por servicios ya prestados) y esperan que la batalla judicial acabe para saber qué va a ser de su futuro. El día 21 de febrero, Parretti ha convocado junta de Viajes Meliá. Tratará de resistir. Por su parte, Crédit Lyonnais-Fiorini han solicitado convocatoria de junta judicial. Esperan que el juez la convoque también este mes. Punto final o punto y seguido. Nadie, pese a que el banco galo y Fiorini parten con ventaja, se atreve a aventurar pronósticos definitivos.

Parretti, el controvertido

S. C. Giancarlo Parretti, empresario de Orbieto, de origen humilde, inteligente y desordenado, según definición de quienes presumen de conocerlo en profundidad, camina desde hace años por la estrecha franja que separa el éxito. y el reconocimiento del escándalo y la reprobación. Litigios en medio mundo y amigos en el otro medio, así se mueve Parretti. Conoce juzgados y abogados en Italia, España y EE UU; ha mantenido pleitos por cuestiones como un permiso de residencia en EE UU o una acusación de evasión de divisas en España. Fue encarcelado en su país por presunta evasión de capitales, y el 21 de septiembre tiene una nueva cita con los tribunales italianos para aclarar la presunta quiebra fraudulenta de una sociedad hotelera.

Soñó con ser un gran hombre del cine -compró Pathé Comunications en Francia y la Metro-Goldwyn-Mayer en Estados Unidos- y ha saltado a los medios de comunicación por operaciones en las que se han movido miles de millones de dólares y por pequeños problemas como la presunta apropiación indebida de un Mercedes de un ex socio andorrano.

Hoy está acosado. Su ex socio y amigo Fiorini, al que sigue llamando "iI mio fratello" (mi hermano), trabaja en su contra; ha perdido el control de Pathé Comunications; ha perdido el control de la Metro y puede hablar con autoridad del sistema penitenciario italiano.

Sabe relajarse y sabe fajarse en peleas cuerpo a cuerpo en las que no hay reglas. Es especialista en dilatar las controversias y los recursos. Marca su propio tiempo y, ya sea por desorden o por estrategia, mantiene una telaraña de empresas, participaciones, amistades y enemistades que dificulta en cada momento saber si va a ganar o perder.

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