ETA ultima una tregua de dos meses en un intento de reanudar el diálogo
La organización terrorista ETA está prácticamente decidida a abrir un periodo de dos meses sin atentados, según coinciden en afirmar distintas fuentes. Con la tregua, trata de conseguir el reinicio del diálogo con el Gobierno. El Ejecutivo, que ha rechazado en los contactos de los últimos tres años cualquier condición previa, exige el cese de los atentados y advierte que cualquier hipótesis de diálogo no podrá desarrollarse sin participación de los partidos políticos. Existen indicios y síntomas de que la cúpula terrorista se ha dado cuenta, según las fuentes consultadas, de la imposibilidad de repetir el diálogo de, Argel, donde se sentaron frente a frente el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y el dirigente de la banda armada Antxon Etxebeste.
El ministro del Interior, José Luis Corcuera, ha establecido con las fuerzas políticas el compromiso de no realizar ningún movimiento sin su participación ante una tregua de los terroristas. La decisión de ETA se produce después de que el Gobierno haya hecho llegar a los miembros de la organización terrorista deportados en la República Dominicana, interlocutores habituales en los contactos, que no rechaza alguna forma de diálogo siempre que haya un anuncio previo e incondicional de cese de los atentados.
Desde este punto de vista, la situación anterior a la declaración de la tregua es similar a la que precedió a las conversaciones de Argel. El país de residencia de Eugenio Etxebeste, Antxon, actúa como intermediario y avalista de las intenciones del Ejecutivo español. Sin embargo, ETA parece aceptar ahora la participación de las fuerzas políticas en el diálogo porque atribuye a la actitud negativa de algunos partidos vascos el fracaso cosechado hace tres años en Argel.
La organización terrorista exigía como condición anterior a la tregua, en los contactos celebrados el año pasado, el traslado de Etxebeste y de los demás ex¡liados en Santo Domingo a un país europeo neutral y la incorporación a las conversaciones, más adelante, de otros dirigentes presos en Francia. El Gobierno ha rechazado siempre cualquier tipo de condición y ha reclamado el cese de la violencia terrorista como requisito para considerar la posibilidad de reanudar el diálogo.
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