Calor en invierno

Creo que los ciudadanos de los países desarrollados deberíamos pararnos un poco a reconsiderar la forma en que mayoritariamente en nuestra sociedad se utiliza la capacidad de modificar la temperatura ambiente, ya sea mediante la calefacción en invierno o la refrigeración en verano.Hasta fechas recientes, según dicta la climatología, lo normal ha sido pasar frío en invierno y calor en verano. Pero de un tiempo a esta parte, y con la ayuda de la tecnología, ello ha cambiado de manera drástica, y sucede que tenemos que soportar frío en verano y calor en invierno.

Ello es así en la gran mayoría de hogares, oficinas y comercios, en los que durante el invierno, para encontrarse a gusto, hay que estar en mangas de camisa (incluso a veces, si no fuera por los convencionalismos sociales, con algo menos) y durante el verano, si se permanece en ellos con manga corta, como corresponde a la época, se pasa muchas veces-verdadero frío y se contraen resfriados y gripes con facilidad.

Creo sinceramente que en invierno es suficiente con una temperatura ambiental entre 15* y 18* (aunque se tenga que llevar puesto un jersey, que para eso estamos en la estación fría), ya que es suficiente para evitar la desagradable sensación del frío. Durante el verano se trataría simplemente de evitar la sensación de calor agobiante, para lo que sería suficiente una temperatura alrededor de los 25*-30*.Pero para la mayoría de las personas, por lo visto, no es suficiente con evitarnos las temperaturas extremas manteniendo una intermedia suave y agradable, sino que hay que llegar al extremo opuesto de lo que dispone la naturaleza. Y ello, ¿para qué? ¿Para mostrar orgullosos que disponemos del dinero y de los medios suficientes para contradecir a voluntad los ciclos naturales? ¿Para derrochar presuntuosamente unos recursos naturales valiosísimos, cual si de inconscientes nuevos ricos (como colectivo) se tratara? ¿Dónde está la cordura de esta forma de proceder? ¿No se trata más bien de una especie de orgullosa locura colectiva? ¿Para qué sirve pasar frío en el verano y calor durante el invierno?

En realidad, lo que se consigue con ello, además de un mayor deterioro medioambiental, es estar todo el año pasando continuamente, cada vez que salimos de un local cerrado a la calle o entramos desde ésta a uno de aquéllos, del frío al calor o viceversa, con unos resultados altamente perniciosos para la salud de nuestro organismo.

Finalmente, cabe preguntarse: ¿no es ya hora de que todo esto sea explicado a los ciudadanos consumidores de la forma más clara y didáctica posible mediante adecuadas campañas institucionales? ¿No puede tomar la autoridad gubernativa competente las medidas coercitivas oportunas en los casos que resultaran recalcitrantes después de dichas campañas informativas?-