Los trabajadores de la EMT sólo detendrán la huelga si se readmite a los 27 despedidos

Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), representados al 85% por la Plataforma Sindical, aprobaron ayer en dos asambleas masivas -mañana y tarde- ofrecer la desconvocatoria de la huelga indefinida que amenaza a la ciudad a partir del lunes. Para ello, el Ayuntamiento debe olvidar "antes" los 27 despidos de los sindicalistas que organizaron la huelga ilegal del 15 de enero. Pero el Ayuntamiento está en otra postura: los despidos no son cromos para cambiar, y "antes" de "reconstruir la relación laboral", los trabajadores habrían de renunciar a los paros.

Las posiciones de la Plataforma y de los responsables municipales parecen irreconciliables. Sin embargo, los sindicalistas y la dirección de la EMT, que depende del Ayuntamiento, mantuvieron el jueves una reunión en la que aproximaron bastante sus argumentos.Pablo Rodríguez Peña, líder de la Plataforma, explicó ayer a las 2.000 personas que abarrotaron la sala donde se celebraron las asambleas de trabajadores: "La negociación del convenio, que durante muchos días parecía inabordable, ahora no sólo es posible, sino que se puede decir que está desbloqueada y con buenas perspectivas para los trabajadores".

La escenificación de la entrada de Rodríguez Peña en el cine Infante, desde donde se dirige la Plataforma asambleariamente desde su fundación hace dos años, no se habría superado en Las Ventas. El grito acalorado de "¡éste es nuestro comité!" agrupó todavía más a los represaliados, que componen casi al completo el comité de empresa y la comisión de negociación del convenio. La Plataforma ha fagocitado prácticamente todo en la EMT.

Rodríguez arremetió primero contra el colectivo de los inspectores, a los que calificó de "chingados". Después justificó el paro ilegal del 15 de enero, aunque reconoció que no se cumplieron los requisitos establecidos por la ley, y dijo: "Hay momentos en la vida en los que no se puede evitar pelear".

Aviso de guerra

Los dirigentes de la Plataforma, que acumulan ya 662 días de sanciones, explicaron que "la gota que colmó el vaso el día 15 fueron nueve sanciones injustas a empleados del depósito de coches de La Elipa". Rodríguez terminó su discurso con una aviso hacia el Ayuntamiento: "Si quieren un pulso, lo van a tener y si quieren guerra, también, porque nos ventilamos agachar las verticales por muchos años".La asamblea ratificó a continuación esta propuesta: "La huelga del 15 de enero fue ilegal, pero la reacción, con los 27 despidos, ha sido desproporcionada e injusta en su volumen. Una sanción de dos meses sería aceptable, y si retiran los despidos desconvocaríamos el paro".

Pablo Rodríguez ofreció esta posibilidad al director general de la EMT, Tomás Burgaleta, y su número de teléfono. Ningún representante del Ayuntamiento lo marcó. Al contrario, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, declaró que "las sanciones no son como cromos y no se cambian". Burgaleta insistió: "Para reconstruir la relación laboral con los despedidos primero tendrían que desconvocarse los paros".

Rodríguez Peña anunció que si no se aceptan sus condiciones la huelga empezará mañana a las doce de la noche -las cero horas del lunes-, y que se incumplirán los servicios mínimos, fijados en el 16% de los autobuses y los trayectos para la periferia. En el centro sólo funcionará el metro, y se reforzarán las líneas de cercanías de Renfe. El final del conflicto estaba previsto para el 29 de febrero, pero puede prolongarse con carácter indefinido.

Los sindicalistas, que insultaron ayer al presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina; al consejero de Transportes, Julián Revenga; al alcalde de Madrid y a todos los políticos en general ("chorizos", "golfos", "corruptos"), culpan de todos los males de la empresa a Burgaleta y a su subdirector de recursos humanos.

La EMT tiene un total de 7.000 trabajadores.