"Sólo el pueblo puede ilegalizar el FIS"
Abdelkáder Hachani, de 36 años de edad, es el máximo dirigente en libertad de la principal. organización integrista argelina, Frente Islámico de Salvación (FIS). Es un personaje polémico, que ha irrumpido de súbito y de manera poco clara en la cúpula de la organización islámica, marginando a otros responsables y líderes históricos mejor situados que él. Desde su alminar, Hachani no ha dejado ni un solo instante de repetir su discurso ambiguo, que va desde la intolerancia hasta las soluciones moderadas.
No hay más Dios que Alá y un sólo líder dentro de la organización integrista argelina Frente Islámico de Salvación (FIS), que es Abdelkáder Hachani, ingeniero de hidrocarburos en la empresa estatal Sonatrac, y que inexplicablemente, y tras sólo siete meses de militancia en la organización radical, se ha hecho con. el poder, convirtiéndose en responsable del buró político y único portavoz de la organización. En las mezquitas de Argelia y en la sede del FIS sólo se escucha su voz."Saludo al pueblo español, que está unido a Argelia por vínculos históricos y fraternales. La victoria del FIS en las últimas elecciones legislativas de diciembre es la victoria del pueblo y no de un partido. En estas elecciones, el FIS ha adquirido una legitimidad que ninguna decisión puede quitarle. ¿Qué quiere decir legalidad? El poder supremo debe ser el del pueblo. Desde hace tres años hemos entrado en una dinámica en la que el pueblo empezaba a decidir su voluntad y a designar a sus representantes legítimos. Ahora ninguna estructura puede pretender estar en la legalidad como lo está el FIS. Sólo el pueblo puede llegalizar el FIS".
Bajo el nuevo mandato de Hachani, el FIS ha adoptado un lenguaje moderado y ha erradicado de su discurso político palabras y conceptos que hasta hace poco eran de uso corriente, como el de yihad -guerra santa- Esta nueva actitud ha influido en las plegarias rituales de los viernes en las mezquitas (le Sunna o Kuba, que aun siendo concentraciones multitudinarias han perdido aquel color y aquella tensión que llevaba a sus militantes a levitar, a creer que el nombre de Alá aparecía escrito en el cielo y que el presidente Chadli Benyedid era la reencarnación de Satán. Pero lo que parece aún más inexplicable es que el FIS parece haber olvidado que en la cárcel militar de Blida se encuentran detenidos siete de sus máximos dirigentes, entre ellos Abassi Madani y Alí Belhadj. Nadie parece acordarse de ellos.
Contactos con Benyedid
"El Frente Islámico de Salvación no ha tenido contactos con el presidente, digo el ex presidente Chadli Benyedid, desde al pasado mes de junio. Después de que la junta anulara la voluntad del pueblo era natural que el FIS se encontrara con las otras fuerzas políticas, Frente de Liberación Nacional (FLN) y Frente de Fuerzas Socialistas (FFS)".
En el fondo, Abdelkáder Hachani continúa reivindicando la cohabitación. Es una posición dificil de justificar en un hombre como él, que ha militado hasta hace pocos meses en los sectores más radicales del integrismo argelino, desde En Nahda (Renacimiento), que dirigía el colérico Abdalá Yabalah, hasta la Rábita Dawa Islámica, que capitaneaba el no menos radical Mohamed Sahun. Ahora está aquí, en su despacho, como representante de un extraño equilibrio bautizado con el nombre de Yazaara (Argelinidad), en el que confluyen el movimiento integrista y el nacionalismo argelino.
"Cuando la junta en el poder perdió la credibilidad -es decir, anuló el proceso legislativo-, intentó montar una campaña contra el FIS acusándonos de terroristas. Hay ejemplos, como el atentado de Guemar, y también las supuestas relaciones con Irán o Sudán. Pero todo esto forma parte de una campaña. No son más que manipulaciones políticas sin fundamento. La junta ha empezado a aplicar una verdadera dictadura e incluso un apartheid. En nuestro país se hacen discriminaciones entre barbudos y no barbudos".
Según Hachani, el proyecto político inmediato del FIS "es un compromiso entre la preservación de lo adquirido o conquistado y la metodología de esta preservación, sin que en ningún caso debamos entrar en el terreno de la gente que quiere provocar tensiones".
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