La CSIF denuncia que quedan por repartir 10 millones de cartas enviadas en Navidad

Hasta San Antón, Pascuas son. Eso deben pensar los que, pasado ya el día del patrón de los animales -17 de enero-, están recibiendo todavía felicitaciones de Navidad con matasellos del 20 de diciembre. La Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ha denunciado que, a día de ayer, se amontonaban en Madrid 10 millones de paquetes y cartas por clasificar y repartir. La Dirección General de Correos admitió ayer, sin embargo, un volumen de correo acumulado de sólo 400.000 envíos, y aseguró que las cartas retrasadas serán repartidas en tres o cuatro días.

Según la denuncia de CSIF -central sindical que cuenta con un 14% de representación en el sector postal-, la mayor parte de la correspondencia atrasada se halla en los centros postales de Chamartín y Barajas, en Madrid, y en otros centros de reparto de la ciudad. "Hace una semana, el volumen podía llegar fácilmente a los 20 millones de cartas, y ahora debe estar en torno a los 10 millones con envíos con fecha de Navidad e incluso días anteriores", afirma Manuel González Medina, presidente provincial' de CSIF."A mí mismo", continúa González, "me ha llegado hace un par de días una carta de una agencia de viajes invitándome a disfrutar de sus ofertas navideñas. Aunque hubiera querido, no hubiera podido hacerles caso: las vacaciones de Navidad habían terminado dos semanas antes".

La dirección general de Correos, a través de su portavoz, Manuel Nadales, reconoció ayer, por su parte, un volumen de correo acumulado de 400.000 objetos en Madrid. "Ninguno de ellos lleva fecha de Navidad", dijo Nadales, que concretó en los días 26 y 27 de diciembre el período de mayor atasco de correspondencia. "En esos días pudieron haber cuatro millones de envíos en espera, pero nunca los 20 millones de los que habla CSIF", afirmó. Según Nadales, este año "ha habido incluso más planificación y han ido mejor las cosas que en otras Navidades. Hemos tenido un retraso de día y medio en la entrega y ahora podemos decir que en cuatro o cinco días acabaremos con lo que queda, la situación está controlada", añadió.

El portavoz de CSIF desconfía de estos datos. La contratación, este año, de menos turroneros -personal eventual para hacer frente al aumento del volúmen de correo en Navidad- que en otras temporadas es, según González, una de las causas del atasco navideño en el reparto del correo.

"Menos turroneros"

"Este año se han contratado a 150 turroneros en Madrid y hubieran hecho falta 1.000 o 1.500 para llevar el servicio con cierta normalidad", dice González que asegura, que otros años se han contratado 500 o más personas con este cometido.

Otro de los orígenes apuntados por CSIF para explicar "retrasos de más de quince días en la recepción de envíos" es el cambio del sistema de encaminamiento de las cartas y paquetes. "Antes se hacía el encaminamiento de forma radial y parando en las poblaciones más importantes para descargar las cartas de esa zona, mientras que ahora, se descarga sólo en las capitales de provincia, con el consiguiente retraso en la entrega", afirma el portavoz.

A pesar de todo, González no cree que el atasco postal de estas Navidades haya sido muy diferente al de otros años. "Una de las causas fundamentales del mal funcionamiento del servicio en esta época, en la que aumenta la demanda en más de un 50%, es el abuso de la contratación temporal. Cuando los eventuales empiezan a aprender y ser eficaces, van y les despiden", dice.

Los dos sindicatos mayoritarios en Correos, UGT y Comisiones Obreras, no confirman las cifras de correspondencia acumulada denunciadas por CSIF. Según José Redondo, portavoz de UGT, se han observado retrasos de sólo "cuatro o cinco días en Madrid, que han podido ser más en la correspondencia de segunda categoría, compuesta por impresos o cartas comerciales". "No obstante", añade, "hace falta una mejor planificación y un aumento y mejora de las infraestructuras de transporte propias para que la correspondencia sea la que se merece un país de primera fila".

Regino Martín, representante de Comisiones Obreras, confirma que "hay atascos puntuales en Madrid y en Barcelona, que repercuten en todas las provincias, pero en ningún momento se puede hablar de caos postal". Martín coincide con Redondo en que "la falta de infraestructura y de personal" es la causa fundamental de los retrasos del correo.