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Disueltos por la fuerza, 3.000 vecinos que cercaban un Ayuntamiento de Lugo

Xosé Hermida

Fuerzas antidisturbios de la Guardia Civil desalojaron ayer violentamente a unos 200 vecinos de A Fonsagrada (Lugo), encerrados en su Ayuntamiento, tras cargar contra una multitud de unas 3.000 personas que defendían la Casa Consistorial. Al menos 10 personas, entre ellos un guardia civil, resultaron heridos en los incidentes. Seis de los encerrados fueron detenidos, aunque anoche el juez de instrucción de A Fonsagrada decretó su libertad.

Los antidisturbios, que habían llegado al pueblo a primera hora de la mañana, necesitaron más de una hora para desalojar a los vecinos encerrados desde hace mes y medio en protesta por el desmantelamiento de la Oficina de Extensión Agraria del municipio. El alcalde, Mario Arias, del Partido Popular, había apoyado en un principio a los encerrados, pero posteriormente se enfrentó con ellos y, desde el pasado 20 de diciembre, no podía acceder a la Casa Consistorial. Arias denunció el jueves en el juzgado la ocupación del Ayuntamiento y el Gobierno Civil ordenó el desalojo.Los vecinos se habían concentrado ante el Ayuntamiento nada más advertir la llegada de las Fuerzas de la Guardia Civil. A primera hora de la mañana se hicieron tocar las campanas de la iglesia y se lanzaron cohetes para pedir a los habitantes del pueblo que acudiesen a proteger a los encerrados.

Después de varias horas de negociaciones infructuosas, la Guardia Civil comenzó a cargar, sobre las cinco de la tarde, lanzando pelotas de goma y botes de humo contra la multitud. Los encerrados lograron atrincherarse en el interior del Ayuntamiento bloqueando la puerta con muebles y objetos pesados. Los agentes lograron forzar la entrada principal del Ayuntamiento con palancas de hierro y en el interior del edificio volvieron a lanzar botes de humo para desalojar a los vecinos, que ocupaban el salón de sesiones. Seis de ellos fueron detenidos, aunque el juez había decretado anoche su puesta en libertad después de que declarasen ante la Guardia Civil. Previamente, grupos de personas habían levantado barricadas con troncos de árbol en los accesos al municipio por temor a que los detenidos fuesen trasladados a Lugo.

Mientras se produjo la carga, los encerrados y algunos vecinos de las casas contiguas al Ayuntamiento se defendieron tirando tejas y piedras. Al menos dos personas denunciaron que los antidisturbios entraron por la fuerza en sus domicilios. Una profesora de EGB aseguró también que la Guardia Civil lanzó pelotas de goma contra un grupo de niños que salía de la escuela, y que tuvieron que refugiarse en una casa.

Los servicios médicos de la localidad atendieron por cortes y contusiones a unas 10 personas, aunque anoche todavía persistía la confusión sobre el número exacto de heridos. La Guardia Civil también informó que un agente sufrió heridas en una pierna.

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Nuevas cargas

Sobre las 22.00 continuaban produciéndose algunas cargas en las calles del pueblo contra grupos de personas que increpaban a los agentes antidisturbios.A Fonsagrada es un municipio de cerca de 8.000 habitantes situado en el límite entre Lugo y Asturias. El anuncio de que el pueblo perdería su condición de capital del área de extensión agraria movilizó a los vecinos del municipio, que tiene más de 4.000 explotaciones ganaderas y cuyos habitantes consideran esencial el servicio que presta esta oficina, dependiente de la Xunta de Galicia.

El alcalde se sumó en un principio a la protesta, pero luego la abandonó por considerar que la Xunta ofrecía garantías de que el servicio de extensión agraria no sería trasladado.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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