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La Caixa agrupará en una filial un patrimonio inmobiliario superior a los 100.000 millones

La Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa) proyecta constituir un gran grupo inmobiliario filial al que aportará sus activos no adscritos a explotación -edificios, sin contar la sede y las oficinas- valorados a "precios de mercado en 100.000 millones de pesetas", según fuentes de la entidad. Inmobiliaria Colonial, SA (ICSA), recién adquirida por La Caixa al Banco Central, se perfila como la cabecera de este grupo inmobiliario que será uno de los mayores de España. La entidad de ahorro ha recompuesto además su posición en Aguas de Barcelona por medio de una alianza con Lyonnaise des Eaux-Dumez que desplaza al BBV de] núcleo duro accionarial de esta sociedad.

El diseño estratégico de La Caíxa a medio plazo consiste en sacar del balance la parte del inmovilizado correspondiente al patrimonio inmobiliario, traspasándolo a su nueva filial con el doble objetivo de consolidar un gran grupo inmobiliario filial y de adaptar su contabilidad a las exigencias comunitarias de los próximos años. La concreción por parte de la autoridad española de las directivas previstas por la CE "podría obligar a que el inmovilizado no sea superior a la mitad de los recursos propios de las entidades", señalan las mismas fuentes. En estos momentos, los recursos propios de La Caixa son iguales al inmovilizado, que alcanzaba los 285.436 millones de pesetas a 31 de diciembre de 1990. Este dato revela que la entidad no tiene suficiente con las desinversiones ordinarias para efectuar esta reducción.La idea de los directivos de la entidad de ahorro es realizar este traspaso de forma paulatina en los próximos tres años, de modo que se refleje mediante una reducción del activo en su balance una vez transcurridos cinco años desde la fusión entre la Caja de Pensiones y la Caixa de Barcelona, concretada hace casi dos años y que dio lugar a la supercaixa. Transcurrido este tiempo, la entidad estará exenta de pagar el impuesto de sociedades por las plusvalías afloradas en la venta del inmovilizado a su filial. Estas plusvalías se sitúan entre los 40.000 y 50.000 millones de pesetas, según un cálculo aproximado. El traspaso de activos a una filial, que en la práctica es la enajenación formal de la mayor parte de los inmubles, culminará el proceso de desinversiones iniciado por La Caixa en 1985. En los últimos cinco años, el importe bruto de las ventas realizadas por La Caixa -básicamente viviendas en Barcelona y otras zonas urbanas- asciende a 50.764 millones de pesetas. La entidad ha obtenido en este periodo un beneficio neto por estas enajenaciones de 20.356 millones.

En los últimos ejercicios, la venta de inmuebles se ha ido convirtiendo en un beneficio atípico habitual en la cuenta de resultados de La Caixa. En 1990, estas operaciones alcanzaron casi la mitad del resultado antes de impuestos, cifrado en 20.051 millones, La tendencia de 1991, sin computar los datos del tercer trimestre, indica que las enajenaciones de inmuebles pueden suponer casi el 18% del resultado del ejercicio.

La Caixa invertirá en la adquisición de ICSA 16.000 millones de pesetas si se hace finalmente con el 100% del capital de la inmobiliaria a través de una OPA sin límite. ICSA es propietaria del complejo urbanístico Barcelona 2 -150.000 metros cuadradosconstruidos-, donde se encuentran las torres negras, sede de La Caixa. Una de estas torres es propiedad de la entidad, y la otra de ICSA, lo que hacía de La Caixa el principal arrendador de la inmobiliaria fundada en 1955, filial histórica del Banco Hispano Colonial y del Central. El nuevo grupo inmobiliario de La Caixa, con características de líder en este sector, poseerá activos con un valor de mercado superior a los 150.000 millones.

La entidad blinda su posición en Aguas frente al BBV

J. M. C.La Caixa y Lyonnaise des Eaux-Dumez han creado una holding que pasa a controlar el 37% de Aguas de Barcelona. Por su parte, La Caixa mantiene en la sociedad de servicios una participación directa del 10%, lo que en conjunto ha convertido a la entidad de ahorro en el grupo financiero más potente en Aguas, desplazando al Banco de Bilbao Vizcaya (BBV), con una participación directa del 13,5% que supera indirectamente el 20% de través de Proindesa, una filial de Iberdrola y del grupo Financiero vasco.La alianza de La Caixa con el socio industrial francés Lyonnaise des Eaux-Dumez supone, en la práctica, una nueva orientación en el control ejecutivo de Aguas de Barcelona que resta presencia al BBV en el núcleo institucional de la sociedad. La posición de fuerza adoptada por La Caixa en Aguas "es una respuesta a la penetración efectuada por parte del BBV Iberdrola a través de Proindesa", según fuentes vinculadas al Consejo de Administración de la sociedad de servicios que preside Ricard Fornesa, quién ocupa asimismo una dirección general adjunta en la entidad de ahorro catalana.

Durante los primeros meses de 1989, Lyonnaise como socio mayoritario de Aguas se convirtió coyunturalmente en el centro de un intento de fusionar esta sociedad con Catalana de Gas. Alentada en todo momento por La Caixa, la iniciativa tropezó con los planes- del Ministerio de Industria y la inclusión del gas en el nuevo plan energético. Los socios tradicionales de Aguas -BBV, Iberdrola, Caixa y Lyonnaise-, anunciaron entonces una recomposición amistosa de la mayoría accionarial que coincidía con la retirada de Central y Santander.

El pasado mes de mayo, la caza de los paquetes bancarios salientes reforzó la posición del BBV que preside Emilio Ybarra, pero al finalizar el año, La Caixa ha recuperado terreno contando con la "confianza y complementariedad que nos une a Lyonnaise", según señala la propia entidad.

'Holding' de cartera

La holding creada por La Caixa y Lyonnaise, con presencia mayoritaria (51 %) del grupo francés, agrupa las participaciones de ambos en Aguas de Barcelona y Autopistas Concesionaria Española (ACESA), formando una cartera de 85.000 millones de pesetas. El consejo de administración de la nueva sociedad será paritario en su composi ción y estará copresidido por Josep Vilarasau, director general de La Caixa y por Jerôme Monod, presidente-director general de Lyonnaise des Eaux Dumez. Vilarasau, es asimismo presidente de ACESA, concesionaria de autopistas en la que La Caixa tiene una participación de control del 46,6%. El grupo Lyonnaise des Eaux-Dumez, tiene intereses en la empresa privada de autopistas de Francia, Cofiroute, y puede llegar a dar entrada a La Caixa en este sector del país vecino.

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