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La joven fugada de casa que pasó cuatro meses errante se caso por el rito gitano

Nuria Arévalo Rodríguez, de 15 años, se escapó el día 3 de septiembre de su casa en el barrio de Vallecas y pasó cuatro meses errante con una familia gitana, vivió en su fuga juvenil una aventura con un joven calé. Durante su periplo por diversos lugares de España, Nuria se casó por la ley gitana con un muchacho de 15 años, hijo del matrimonio que la acogió. "Se quieren mucho y se van a seguir queriendo", decía ayer al PAÍS la abuela gitana.

La familia con la que convivió Nuria cuatro meses, los Cerreduela, está formada por un matrimonio, tres niños menores de 10 años, una abuela de unos 60 años y el compañero de la muchacha, de 15 años, Ramón López Gabarre, informa Francisco Forjas. El padre gitano, Claudio López Cerreduela, se encontraba ayer en la comisaría de Medina del Campo -lugar donde fue localizada la joven fugada-, para prestar declaración. Tras ser interrogado, quedó en libertad.Según la versión facilitada ayer por la abuela gitana en las proximidades de Medina del Campo, Nuria y Ramón se encontraron en una calle de Madrid después de que ella se escapara de casa. Anduvieron juntos un tiempo y después el joven la llevó con su clan. Al principio, la rechazaron. Pero ella, para lograr que la aceptasen, explicó que se había escapado de casa porque su padre quería violarla, y que si no la acogían se daría a la droga. "Y entonces qué íbamos a hacer", explicaba ayer la abuela.

Poco después, Nuria y su joven compañero se convertían en marido y esposa para los ojos gitanos, "y se pusieron a dormir juntos". "Se quieren mucho, y se van a seguir queriendo. El vivirá con ella", decía ayer la abuela.

El muchacho también conversó unos breves instantes con el corresponsal de EL PAÍS. Preguntado si piensa ir a Madrid para rescatar a Nuria, contestó con evasivas.

Llorando en una esquina

La familia gitana vivía últimamente en una caseta de Renfe situada junto a la vía férrea. Se trata de una de las construcciones, de dos plantas, que se utilizaron en otro tiempo para dar cobijo a trabajadores que cumplían servicios de mantenimiento en la zona (Medina es un importante nudo ferroviario), pero actualmente se encuentra en desuso.Fuentes policiales consultadas ayer en Valladolid señalaron que Nuria declaró ante los agentes que la encontraron que se había ido con la familia gitana por voluntad propia. Según la declaración del muchacho gitano, ésta le encontró en Madrid, en los coches de choque de Vallecas. Al día siguiente la volvió a ver por ese lugar, llorando en una esquina. Ramón se le acercó para preguntarle qué le pasaba. Y la chica, siempre según la versión del joven, le explicó que su padre había abusado de ella.

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Las mismas fuentes agregaron que el padre de la familia gitana ha estado procesado por tenencia ¡lícita de armas y por tráfico de drogas.

Lourdes Rodríguez y Mario Arévalo, los padres de Nuria, denunciaron el 4 de septiembre la desaparición de su hija en la comisaría de Entrevías. Tras 111 días sin saber de ella, en la Nochebuena pasada recibieron la noticia de que Nuria había sido localizada en Medina del Campo. Una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía la había reconocido en la calle de Juan de Ávila. La joven confesó que se había escapado de casa y dio como explicación que temía ser reprendida por sus malas notas.

La madre de Nuria Arévalo comentó ayer a este periódico que su hija de 15 años había sido parca en palabras sobre su escapada tanto con sus padres como con la policía, informa Ana Alfageme. "Nos ha dicho que se fue por temor a nuestro enfado por sus suspensos, y eso nos extrañó porque no es la primera vez que trae malas notas", dijo.

Lourdes Rodríguez se negó a dar detalles sobre cómo su hija Nuria entró en contacto con la familia gitana. "Lo que sé es que se fue con un gitano que es traficante de drogas y dueño de varios clubes de chicas. Para encubrirlo todo la quisieron casar con el hijo".

Nuria, según su madre, sólo dice que los gitanos se han portado bien con ella y que la han tratado correctamente. "Pero también dice que no la dejaban llamar a casa ni ponerse en contacto con nosotros. Por eso, Nuria se escapó de la familia", relataba ayer su madre. Nuria no ha sido víctima de ninguna violencia sexual y volvió más delgada a casa, según su madre. "Le daban de comer, pero cuando había", concluyó.

La madre insinuó que su hija no fue encontrada por la policía, sino que ella misma se hizo ver para que le preguntaran, y poder así identificarse.

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