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La gran afluencia de viajeros resalta los fallos en la estación de Nuevos Ministerios

Vicente G. Olaya

La estación de tren de Nuevos Ministerios es utilizada diariamente por cerca de 35.000 viajeros. Sin embargo, carece de paneles de teleinformación para los usuarios, no existen teléfonos ni lavabos públicos y las aglomeraciones resultan peligrosas cuando los viajeros intentan abrirse paso hacia la calle. Estos fallos resaltan más en estas fechas, cuando un mayor número de viajeros acude a la zona comercial de las calles de Orense y Fernández Villaverde.

Además, los empleados de la estación se quejan de su impotencia a la hora de resolver las demandas del público, de un ambiente irrespirable y de la falta de salidas de emergencia para casos de accidente.Por eso, durante las horas punta, miles de usuarios intentan cruzar, entre golpes y empellones, por la única y estrecha salida disponible para ellos. Ante tan importantes aglomeraciones, Renfe ha tenido que abrir al público la boca de emergencia, de 50 escalones y escasamente iluminada. Sin embargo, esta salida no es utilizada habitualmente por los viajeros porque sólo permanece abierta escasas horas (no coincidentes con el horario que se anuncia en los andenes) y su apertura sólo es factible desde el interior. Por otra parte, esta salida ha resultado, en ocasiones, peligrosa, ya que una tubería, que se levanta escasamente a metro y medio del suelo, ha causado ya contusiones en algunos viajeros. Además, dos de sus tres ramales se encuentran inutilizados al estar cerrados por verjas, inundados de cascotes y por lo que parecen ser los restos de una escalera mecánica incendiada.

"Un día habrá una desgracia"

"Aquí un día habrá una desgracia y nadie se hará responsable", asegura un viajero al borde de la vía mientras lucha para hacerse un hueco entre las apretadas filas que se dirigen a la salida. "Como haya un incendio, esta escalera va a hacer de chimenea", explica.La estación carece de pantallas electrónicas de información, por lo que un empleado, denominado informador, es el responsable de transmitir al público a través de la megafonía los datos de los ferrocarriles que la atraviesan. Durante un turno de trabajo pasan unos 200 trenes.

Por otra parte, la cabina del puesto de mando, situada entre los andenes 1 y 2, la comparten el informador y el jefe de estación. Este último, que realiza turnos continuados de nueve horas, espeta: "Ya estoy harto. No puedo ir ni al servicio. No me pregunte quién da la salida a los trenes cuando no aguanto más, porque me meto en un lío". El empleado asegura tener que comerse el bocadillo entre tren y tren.

Los empleados de la instalación ferroviaria señalan: "Esto no es lo peor. La fiesta empieza hacia las dos de la tarde, cuando pasan los trenes Diesel de largo recorrido y su humareda no nos deja ni respirar".

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Por su parte, un portavoz de Renfe reconoce que el estado de la estación de Nuevos Ministerios "no es el deseable". Por esa razón, Renfe ha sacado a concurso las obras de remodelaci6n de la estación por un importe de 1.200 millones de pesetas. En la actualidad, el proyecto se encuentra en manos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes. "La obra supondrá una transformación radical de la estación, de manera que la luz natural entrará en los oscuros andenes".

Sin embargo, la misma fuente de Renfe niega que haya un exceso de trenes de largo recorrido en el tubo de la risa (túnel que enlaza Chamartín con Atocha): "Sólo pasan 12 cada día". Al mismo tiempo, el portavoz de la compañía muestra su extrañeza por el uso habitual de una salida de emergencia, que debe estar reservada sólo para situaciones de peligro.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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