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LOS COMUNISTAS EN LA ENCRUCIJADA

Anguita dice que el PCE sólo se justificará si se convierte en la fuerza más activa de IU

Julio Anguita lanzó ayer -como primer mensaje tras ser reelegido secretario general del Partido Comunista de España en su 130 congreso la advertencia de que la existencia del partido comunista quedará garantizada en la medida en que sus militantes lleguen a ser los principales activistas y dinamizadores de Izquierda Unida. El líder comunista, que obtuvo el 75% de los votos de los delegados para su lista de candidatos al Comité Federal, dio por zanjada la polémica sobre la desaparición del PCE aunque reconoció que en Izquierda Unida continuará el debate sobre cómo culminará el proceso de plena soberanía de IU en relación con las fuerzas que la forman. Anguita aseguró que el PCE "renovado" bebía más de Marx que de Lenin.

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Anguita consiguió ayer uno de los objetivos que se había marcado al dimitir el pasado mes de noviembre como coordinador general de Izquierda Unida: asegurar la existencia del PCE y el respeto a una decisión tomada por casi el 80% de los aproximadamente 700 delegados que asistían a este congreso. El paso siguiente será recuperar el cargo de coordinador general de Izquierda Unida, ya que con el resultado de este congreso Anguita se cree capaz de neutralizar cualquier petición de los demás integrantes de Izquierda Unida de disolver los partidos y convertir a IU en una sola organización política.En su discurpo de clausura, Anguita sostuvo que "cuando un partido es capaz de debatir como lo ha hecho éste la perspectiva de la muerte está muy lejos". Después de esta afirmación desgranó a modo de advertencia los obs táculos con los que se iba a en frentar su partido: "Nos van a mirar con lupa y siempre van a querer buscar argumentos para decir que existe involución". An guita proclamó que "este partido ha decidido que continuará y será el PCE de Izquierda Unida", nombre que Anguita ha inaugurado para su formación política al objeto de querer trans mitir a la opinión pública y a lbs partidarios de la desaparición del PCE que éste no tiene sentido ni razón de ser si no es por su dedicación plena a esa formación política. '"La defensa del partido no se hace sólo con canciones o lemas, sino con la práctica; cuando se vea que somos los que mejor trabajamos en Izquierda Unida, quienes más ideas aportamos y más propuestas, ahí estará el triunfo del partido", proclamó.

El líder comunista soslayó toda referencia concreta al tronco político en el que tenían su referencia todos los partidos comunistas del mundo y prefirió quedarse y reivindicar su primer fundamento ideológico: "El PCE se ha renovado y en esta renovación bebemos más de Marx que de. Lenin". Acudiendo así a los textos de Marx, señaló que los comunistas no deben olvidar que en cada lucha específica hay que pensar en el objetivo final". Así lo sentenció: "Estamos aquí para cambiar la sociedad, para transformarla".

El líder comunista, en su discurso de clausura improvisado, acudió a la forma tradicional de hacer política de los comunistas -"hay que dejar de ser afiliados para ser militantes"- y les pidió que "salgan a la calle".

Julio Anguita en este discurso no se refirió en ningún momento al Gobierno ni al PSOE, aunque por sus continuas referencias a cambiar la sociedad quiso dejar patente que, a su juicio, actualmente no hay una fuerza política en España que tenga una práctica de izquierda.

"Somos gente que negamos lo que existe porque no nos gusta". A continuación, precisó Anguita que la negación a la que hacía referencia era "en sentido filosófico", ya que era consciente de que los comunistas tenían que trabajar en el marco de una sociedad capitalita. El líder comunista abrumó a los delegados allí reunidos con numerosos encargos de trabajo tanto en la sociedad como en sus respectivas agrupaciones, aunque les pidió que dejaran el "ombliguisino" y que tuvieran en cuenta que el trabajo de las agrupacioneg tenía- su razón de ser en tanto que de allí salieran propuestas para la sociedad. No obstante, Julio Anguita alivió la pesada carga que trasladó a los delegados recomendándoles que, como primera tarea, lo que debían hacer es tomar unos días de vacaciones, lo que fue acogido con un cerrado aplauso.

Adiós a la liturgia

A. D. /J. G. I. En el congreso del PCE clausurado ayer cayó casi toda la liturgia que solía rodear siempre este tipo de reuniones de un partido comunista. No hubo ondear de banderas apenas -sólo cuatro o cinco veteranos militantes situados en la zona reservada a quienes no eran delegados blandieron la enseña roja con la hoz y el martillo- ni estallaron ovaciones para representantes de otros partidos comunistas y movimientos de liberación. Simplemente no estuvieron presentes.

Atrás quedan para siempre los aplausos de gala para los representantes de un PCUS, que hoy ya ni siquiera existe, y las intervenciones desde la tribuna de movimientos revolucionarios del Tercer Mundo. Aunque Anguita se encargó de resaltar que el PCE no asume la sociedad capitalista, porque no le gusta, y por tanto seguirá luchando y apoyando en otros lugares del mundo a quienes combatan por una sociedad socialista. En medio de la enorme austeridad de medios y de la sobriedad en los sentimientos, los congresistas se permitieron cinco minutos para la emoción en la clausura con el canto de la Internacional y el grito de reafirmación: "Aquí se ve la fuerza del PCE".

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