Tres sectores del PCE pugnan por hacerse un hueco en la nueva dirección del partido
Por primera vez en la historia reciente de los congresos del PCE, hoy serán sometidas a votación dos candidaturas alternativas para la dirección del partido, una de ellas encabezada por el líder comunista, Julio Anguita, y la otra, por el dirigente crítico Francisco Palero. En la tercera jornada del 13º Congreso del PCE, su sector prosoviético presionó a fondo a Anguita para intentar garantizarse una parcela de poder en el nuevo comité federal, sustituto del tradicional comité central. Tras escuchar las críticas de algunos portavoces regionales, el ex coordinador general de Izquierda Unida renunció a que los comunistas actúen como una corriente organizada en IU si esta coalición rechaza ese sistema de organización.
El congreso aprobó, por 485 votos a favor, 32 en contra y 100 abstenciones, el informe de Anguita, que permitirá la existencia del PCE a la vez que que éste se supedita a todas las decisiones que adopte IU. Anguita y Rafael Ribó, secretario general del PSUC, protagonizaron un pulso dialéctico, cortés en las expresiones, pero tenso en los argumentos, no exento de reproches. Ribó señaló que la caída de los regímenes comunistas supone "un fracaso estrepitoso que afecta a la propia concepción comunista", con la cual se debe realizar un "corte conceptual"."La perspectiva de una izquierda transformadora como se pretende que sea IU no está en el comunismo ni en la socialdemocracia", proclamó Ribó. El dirigente del PSUC advirtió a Anguita que el funcionamiento del PCE como corriente de opinión en IU no garantiza por sí mismo el pluralismo en esa organización.
Marxismo-leninismo
Anguita subió a la tribuna para responder a las críticas -y de forma pormenorizada a las de Ribó- tras algo más de seis horas de debate sobre las tesis que había defendido el día anterior. El líder del PCE retiró el término "fiasco" que había utilizado para calificar la cumbre de Maastricht, si bien se reafirmó en las insuficiencias de los acuerdos allí alcanzados. El líder comunista recordó a Ribó que al PCE no le tenían que decir que rompiera con el marxismo-leninismo ni con el concepto de partido-vanguardia, ya que el PCE "hace ya mucho tiempo que hizo ese corte conceptual" con respecto a las posiciones del socialismo real.
En un lenguaje que sugería una predisposición personal a volver a ocupar el cargo de coordinador general de IU, Anguita afirmó que el PCE no impondrá a Izquierda Unida su presencia como corriente organizada y disciplinada y, por tanto, se atendrá a lo que IU decida sobre el funcionamiento interno de ese movimiento político. Pero Anguita no dejó pasar la ocasión de indicar a Ribó que, en aspectos de democracia interna y respeto a las minorías, el actual PSUC no puede dar ejemplo al PCE. Este debate no impidió que Ribó votara a favor del informe de Anguita.
Los miembros del sector prosoviético, encabezados por Luis Cabo y Víctor Díaz Cardiel, presionaron al sector oficial para conseguir cuatro representantes en el nuevo comité federal, hasta el punto de que a primeras horas de la noche amenazaban con presentar una candidatura propia jactándose de que obtendrían cinco representantes por sus propias fuerzas. Anguita aseguró que no estaba dispuesto a incluir en su candidatura a otros miembros de ese sector que no fueran los citados Cabo y Díaz Cardiel.
Quienes decidieron presentar su propia lista fueron los denominados críticos encabezados por Francisco Palero,. ex secretario de organización del PCIE; Juan Berga, ex responsable delárea de Estado del partido, y Juan José Azcona, secretario regional de los comunistas madrileños.
En esa candidatura figura también el secretario provincial de Sevilla, Eduardo Saborido; la portavoz de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, Isabel Vilallonga, y el secretario regional del Partido Comunista de Cantabria, Ángel Agudo.
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