La Generalitat acoge con cauto optimismo la oferta de incluir un 15% del IRPF en la financiación autonómica
La Generalitat ha acogido con un optimismo no exento de cautela la oferta de Hacienda planteada el martes en las negociaciones sobre financiación autonómica. Esta propuesta permitiría a las comunidades disponer de hasta un 15% de la recaudación del IRPF en su territorio al introducir la variable del esfuerzo fiscal en las ponderaciones sobre la participación en los ingresos del Estado. Sin embargo, el hecho de que esta oferta no entre ahora en vigor y deba negociarse en 1992 ha despertado suspicacias en el Gobierno catalán.
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, consideró en declaraciones a la emisora institucional Catalunya Ràdio que el hecho de que el Gobierno haya realizado una oferta que liga la gestión del IRPF a la financiación autonómica es ya un "éxito" político. No obstante, se mostró muy cauto, alegando que no conocía en detalle la propuesta del secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza.
El consejero de Economía y Hacienda, Macià Alavedra, también considera que las negociaciones han dado un paso adelante. Sin embargo, Alavedra cree que este paso no es claramente positivo porque Hacienda se niega a aplicar el tramo autonómico del 15% a partir del 1 de enero.
Suspicacias
El Gobierno catalán teme que la oferta de Zabalza no sea más que un señuelo que le permita alcanzar un acuerdo el día 23 en las cuestiones más técnicas de la negociación, aplazando hasta 1992 las reformas de alto contenido político como es la plasmación técnica del tramo autonómico.
Las reticencias del ejecutivo catalán se fundamentan en los vuelcos que ha dado el Gobierno en sus planteamientos. Las tesis iniciales, inspiradas por los socialistas catalanes y plasmadas en el Libro Blanco de la reforma del IRPF —en el que se defendía la creación del tramo autonómico— fueron perdiendo peso ante la presión de los sectores más guerristas, plasmadas en la oposición del ministro de Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, a la cesión del IRPF a las autonomías.
La Generalitat teme que la oferta de Zabalza represente el punto de vista del equipo económico que dirige Carlos Solchaga, pero no necesariamente del conjunto del Gobierno. Según fuentes de Convergencia i Unió ajenas al ejecutivo catalán, "Pujol sólo creerá en la buena fe de la oferta si ésta obtiene el respaldo público de Felipe González".
La otra gran reclamación de la Generalitat, el reparto de los fondos en función de la población, también despierta un cauto optimismo. A pesar de que este concepto tiene una ponderación del 95% en las llamadas variables distributivas, éstas se someten después a un segundo criterio, de carácter redistribituvo, que prima los conceptos de pobreza relativa y esfuerzo fiscal. El peso relativo de estos dos conceptos, todavía no definido, puede restar importancia a la variable de pesetas por habitante, según la Generalitat.
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