Se levantó el telón
El telón verde que cubría el nuevo edificio del Congreso ha dejado ver ya la fachada principal, que da a la carrera de San Jerónimo. Los dos históricos leones, Daoiz y Velarde -hechos con hierro fundido de unos cañones ganados al enemigo en la guerra de Africa de 1860-, deberán vigilar ahora un recinto mucho mayor. En el futuro albergará 350 despachos -uno para cada diputado- y varias salas de sesiones, así como restaurante, biblioteca y aparcamientos. Las obras tienen un presupuesto de 3.000 millones y han sido dirigidas por tres arquitectos catalanes. Los trabajos de acondicionamiento continúan todavía en el interior del nuevo edificio. Para esta construcción fue necesario derribar previamente seis fincas urbanas. El diseño del edificio suscitó una polémica cuando fue conocido, pues difiere del estilo de los restantes edificios de la calle.
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