El PSUC no quiere pronunciarse sobre la desaparición del partido comunista

El debate sobre la desaparición o el mantenimiento del partido comunista es una mala forma de afrontar su futuro político. Éste es el criterio de Rafael Ribó, el secretario general del PSUC, el partido de los comunistas catalanes, y así lo defendió ayer ante los 2.50 delegados de su partido que participaron en la conferencia preparatoria del XIII Congreso del PCE, que se celebrará entre los próximos 19 y 22 de diciembre en Madrid.La posición de la mayoría de dirigentes del PSUC es que el partido comunista debe adaptarse a las nuevas realidades a través de su integración paulatina en una fuerza de "izquierda transformadora", que agrupe a sectores sociales más allá del espacio político comunista tradicional.

A efectos prácticos, esta opción implica según el PSUC, otorgar el máximo protagonismo político a Izquierda Unida (IU). Aunque prefieren no afirmarlo abiertamente, la consolidación de IU debiera ser directamente proporcional a la pérdida de relevancia del PCE.

"Fracaso evidente"

Acerca de la situación del proyecto comunista, los documentos del PSUC sostienen que "el fracaso es evidente, y negarlo es negarse a la evidencia histórica". Añaden que el fracaso no se debe a errores tácticos, sino a profundos fallos de concepción".En Cataluña hay un sector, de reducido peso orgánico, formado por personas identificadas con el comunismo ortodoxo, que sustenta las mismas posiciones que los partidarios de que el PCE se mantenga como garante de la orientación estratégica de IU. Éstos apoyan a Julio Anguita. El sector mayoritario del PSUC teme que la continuación de un debate en el PCE sobre su desaparición pueda provocar la fuga de los sectores más renovadores.

Por otra parte, el secretario general del Partido Comunista del País Valenciano, Pedro Zamora, presentó ayer su dimisión ante el comité central de esta formación. Sin embargo, revocó su decisión horas más tarde. Zamora es partidario de transformar IU en un partido político.