Comunidad y Ayuntamiento defienden el cierre norte de la M-40 dentro de El Pardo

El presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, y el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, recibieron el miércoles un aviso del ministro de Obras Públicas y Transportes. José Borrell requirió, durante la inauguración del nuevo acceso a Barajas, su posición sobre el paralizado cierre norte de la M-40. Leguina, desde su "racionalidad radical", respondió ayer en la Asamblea: "Tendrá que pasar necesariamente por el monte de El Pardo". El alcalde delegó en su concejal de Obras. Para Enrique Villoria no hay otra posibilidad: "Bordeando la tapia que delimita el monte por dentro".

El presidente de la Comunidad explicó que el cierre tendrá que pasar por El Pardo, ya que, a su juicio, esta masa forestal llega hasta el mismo límite de la carretera de La Coruña. Leguina se marchó en el coche de Borrell el miércoles tras inaugurar el nuevo acceso al aeropuerto.Fuentes del ministerio destacan que el ministro pretende comprometer a las otras dos administraciones presentes en el Plan de Accesos a Madrid en la solución final que se decida para este conflictivo trazado, y que se dará a conocer el 6 de enero.

Para Leguina resulta necesario precisar "quién quiere la M-40 y quién no está de acuerdo en que exista: si los que no la quieren son una minoría, esto tendrá que quedar claro". Leguina señaló que cabe la doble opción de construir la nueva carretera "o bien en superficie, o bien en subterráneo", pero siempre en el límite sur de la zona forestal. El presidente regional aseguró que el proyecto de nueva infraestructura deberá tener en cuenta la menor agresión posible sobre el entorno natural y el máximo ahorro en su financiación.

Los grupos ecologistas Aedenat, Arba, Coda y Comaden recordaron ayer su posición totalmente contraria a tocar El Pardo para terminar la M-40. Izquierda Unida, el partido que sostiene a Leguina en la Asamblea, también se manifestó en contra, e insinuó que la divergencia con el PSOE en esta actuación podría acarrear problemas en la gobernabilidad regional. Leguina anunció también una próxima ampliación de la zona de protección ecológica del monte de El Pardo en la parte norte. Además planteó una alternativa para que la zona afectada por la construcción de la M-40 sea transformada en un "parque urbano visitable".

En la actualidad, el recinto no puede ser disfrutado por los ciudadanos al estar en las manos exclusivas del Patrimonio Nacional. "Hacer un nuevo parque urbano no le vendría mal a la ciudad", fue la idea de Leguina.

El concejal de Obras fue igual de claro. Villoria indicó que Borrell le reclamó al alcalde la posición municipal durante la inauguración del acceso a Barajas. El concejal significó que el Ayuntamiento no ha recibido ni un papel, ni un dibujo, ni había mantenido una conversación oficial en donde se le expusieran los planes del ministerio.

Villoria entiende que el cierre es absolutamente necesario, porque se reconoce que será utilizado por 100.000 vehículos diarios", y que el trazado "no puede ir por otro sitio que tocando por dentro la tapia del monte de El Pardo, y en superficie mayoritariamente". El concejal admitió que habrá que cuidar "al máximo la protección ecológica, con pantallas de ruido y vegetales". El edil afirmó que tocar la tapia les un tema irrelevante, porque no tiene mayor valor y el entorno es un basurero en donde hay muy pocas zonas de vegetación".