_
_
_
_

Rebelión contra el padre socialista

El PS francés celebra un congreso extraordinario considerado como el primero de la era pos-Mitterrand

El congreso del Partido Socialista francés (PS), que hoy se inaugura en el Arco de la Defensa, de París, no es sólo extraordinario porque así lo diga su nombre. Este congreso había sido convocado para que los socialistas proclamen formalmente su conversión a la socialdemocracia, y no cabe la menor duda de que lo harán.

Pero los acontecimientos de los últimos meses han convertido también esta reunión en la consagración simbólica de la independencia del PS respecto a su padre fundador, el presidente François Mitterrand. El jefe del Estado francés ya no es obedecido por los socialistas. Los hijos, sobrinos y nietos políticos de Mitterrand han comenzado su emancipación como siempre comienzan todas las emancipaciones, con una rebelión contra el padre, que culmina con su asesinato simbólico.El pasado 10 de noviembre, Mitterrand propuso pasar del actual sistema mayoritario de representación parlamentaria a uno con una fuerte dosis de proporcionalidad. Un mes después, el proyecto ha sido provisionalmente enterrado. En cuestión de días la idea de la proporcionalidad desendadenó la más formidable revuelta sociálista contra Mitterrand jamás vivida desde la fundación del partido, en 1971.

Por una vez, los tres principales elefantes del PS, los exprimeros ministros Michel Rocard y Laurent Fablus y el ministro de Educación Lionel Jospin, estuvieron de acuerdo. Rocard, Fabius y Jospin se habían acuchillado salvajemente en el anterior congreso socialista, el celebrado en Rennes en marzo de 1990, pero la proporcionalidad consiguió colocarlos en la misma longitud de onda. Descubrieron que ninguno de los tres tiene ahora los mismos intereses que Mitterrand.

A Mitterrand tan sólo le interesa terminar en paz su segundo septenato. Su horizonte no va mas allá de 1995. Consciente de que la derecha tiene muchas posibilidades de ganar las elecciones de 1993, el presidente busca el modo de evitar una segunda y penosa cohabitación. Ese modo, cree, es la proporcionalidad.

Proporcionalidad

La proporcionalidad haría que la victoria de Jacques Chirac, Valéry Giscard d'Estaing y los suyos no fuera tan aplastante. El Parlamento carecería de una mayoría absoluta, se dividiría en varias facciones, albergaría incluso nutridas representaciones del ultraderechista Frente Nacional y el movimiento ecologista Los Verdes. Socialistas, centristas, ecologistas, comunistas e independientes serían invitados a formar parte de un Gabinete de mayoría presidencial basado en la oposición al Frente Nacional. Ese Gabinete permitiría a Mitterrand vivir cómodamente la última parte de su segundo septenato.A Rocard, Fabius, Jospin y la mayoría de los elefantes socialistas lo que les preocupa es lo que ocurrirá el día que Mitterrand abandone el Elíseo. Su horizonte sólo empieza a despejarse en 1995. A ellos les interesa que Mitterrand sea sustituido por un presidente de izquierda y que ese presidente pueda disponer de una mayoría parlamentaria clara. De ahí su común rechazo a la proporcionalidad. El trío socialista rebelde llegó a amenazar con votar una moción de censura contra el Gobierno de Edith Cresson si a la primera ministra se le ocurría imponer la proporcionalidad por el procedimiento del artículo 49.3 de la Constitución francesa. Como señal de que estaban dispuestos a hacerlo, el grupo parlamentario socialista se negó a votar, la pasada semana, un proyecto de ley, la indemnización a los hemofílicos contaminados por el sida. Era la primera vez en los 33 años de historia de la V República que un partido mayoritario desautorizaba así a su Gobierno. En la Rue Solferino, sede central parisiense del PS, se proclama sin tapujos que el partido va a hacer todo lo posible para no hundirse con Mitterrand y su protegida Cresson, de quienes desconfían dos de cada tres franceses. Es muy dificil que el PS lo consiga. Las encuestas indican que un 25% de los franceses votarían hoy socialista, un 13% menos que en las legislativas de 1988.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

De los 180.000 militantes socialistas, 80.000 cobran un sueldo de las diversas administraciones públicas. El pueblo les llama la izquierda caviar, una fórmula que expresa el desdén por los antiguos revolucionarios que se han hecho ricos mientras el país tiene tres millones de parados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_