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CC OO defiende en la Asamblea la Creación de un servicio regional de atención domiciliria de ancianos

Juan Carlos Sanz

Las secuelas del conflicto de cuidadoras a domicilio, que dejó sin asistencia a más de 5.000 ancianos de la capital durante 38 días, colearon ayer en la Asamblea de Madrid. Los representantes de los sindicatos y de los empresarios del sector, que aún no han alcanzado un acuerdo laboral, expresaron opiniones enfrentadas sobre la pasada huelga, seguida por un millar de trabajadores. El portavoz de Comisiones Obreras (CC OO), Rafael López, pidió a los parlamentarios la creación de un servicio regional de ayuda a domicilio para evitar que se produzcan nuevos conflictos. La propuesta fue apoyada por Izquierda Unida (IU) y, con matices, por el Grupo Socialista."Un sueldo mensual de 90.000 pesetas, no estamos pidiendo nada del otro mundo, para poder vivir en una de las ciudades más caras de Europa", atronó en tono asambleario el portavoz de CC OO en la reunión de la comisión de Economía y Empleo del Parlamento regional. Rafael López criticó duramente las condiciones de trabajo impuestas por las empresas contratistas de la asistencia dorniciliaria, que en su mayoría se encuentran acogidas a la calificación de "sin ánimo de lucro".

CC OO defendió la creación de un servicio regional de atención domiciliaria para la prestación de servicios sociales a ancianos, regulado por la Comunidad, con el fin de evitar situaciones de "economía sumergida".

Alcobendas

El representante sindical denunció situaciones como la existente en el Ayuntamiento de Alcobendas, donde 22 personas atienden a los ancianos del municipio sin contar con ningún tipo de regulación laboral.Al mismo tiempo aseguró que el Ayuntamiento de Madrid discrimina a los ancianos con rentas más bajas, al conceder la asistencia domiciliaria preferentemente a aquellos jubilados que poseen pensiones más elevadas.

La normativa de servicios sociales permite exigir una contribución a los ancianos asistidos cuando su renta supera las 60.000 pesetas mensuales.

La propuesta de CC 00 para crear un servicio regional recibió el inmediato espaldarazo del grupo parlamentario de IU.

El PSOE, a través de la diputada Dolores García Hierro, anunció que está dispuesto a auspiciar la promulgación de un decreto que regule los servicios mínimos de atención a ancianos en todos los municipios de la región.

Para el representante de las empresas, Manuel Dominguez, los sindicatos desarrollaron un conflicto laboral "radicalizado", en el que, según denunció el portavoz de la patronal, se produjeron destrozos de mobiliario y sustracción de documentos durante la ocupación de las oficinas de alguna de las empresas.

Domínguez aseguró que los sindicatos plantean "reivindicaciones imposibles de asumir" al exigir incrementos salariales del 106%. El portavoz de los empresarios precisó que el Ayuntamiento de Madrid abona 1.300 pesetas por cada hora de asistencia a un anciano en su domicilio, y que el 78% de este pago se destina a retribuir a las cuidadoras, mientras que el resto sirve para cubrir los gastos de administración y coordinación del servicio.

Sin embargo, la diputada García Hierro criticó la gestión de las empresas, que, pese a carecer de ánimo de lucro, obtienen un beneficio del 32%, diferencia de lo que cobran del Ayuntamiento y lo que abonan a sus empleados.

Cerca de 5.000 ancianos padecieron durante más de un mes, entre octubre y noviembre pasados, una huelga de las 1.500 cuidadoras a domicilio de Madrid capital. Durante el paro fallecieron dos ancianos cuya asistencia se redujo notablemente, si bien estaban incluidos en los servicios mínimos. La huelga fue desconvocada, pero no hay acuerdo final.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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