Un juez investigaba la situación de la anciana que murió desnutrida
La policía envió al Juzgado de Instrucción número 7, a petición de su titular, un informe sobre la situación en la que vivía Dolores Vidal Montes, la anciana que murió la semana pasada en Madrid en un estado de extrema desnutrición. En dicho informe, entregado el 18 de octubre, se decía que la mujer estaba en una "situación física y psíquica mala" y vivía en un entorno sucio y poco habitable. Los vecinos habían denunciado que un hombre, Manuel Jiménez, se había mudado a casa de la anciana y la maltrataba.
Los vecinos de Dolores, que estaban tramitando su incapacidad por demencia, denunciaron dos veces las vejaciones a las que Jiménez, alegando ser un familiar que la cuidaba, sometía a Dolores (véase EL PAÍS del pasado martes). Según el comisario de La Estrella, Ignacio Valseca, en octubre se informó al juez de que la anciana se encontraba en "un estado psicofísico malo" y su entorno disponía de unas condiciones de habitabilidad "precarias". "Su casa estaba sucia y tenía malos olores, lo que implicaba claros riesgos de ser un foco de infección", según el comisario. En aquella fecha vivía en la casa de la anciana, en el barrio de Moratalaz, Manuel Jiménez, que alegó ante los agentes ser "primo del marido" de la mujer y que la cuidaba porque la familia la había abandonado. En el informe, la policía dudaba de que la mujer hubiera dado "consentimiento expreso para que el hombre viviera en su casa", según el comisario.Dolores era soltera y una sobrina suya ha negado que el hombre sea familiar de la anciana, fallecida el pasado 28 de noviembre en el hospital Gregorio Marañón en un estado de desnutrición y deshidratación extremas. Según los vecinos, la mujer se deterioró muchísimo en los seis meses en que el hombre vivió en su casa. Dolores les había dicho que no le daba de comer y que le pegaba y que le hizo firmar algún documento que, en opinión de los vecinos, modificó su herencia.
Manuel Jiménez está en tratamiento psiquiátrico en el Centro de Salud Mental de Moratalaz desde hace algún tiempo. La médica que le atiende, la doctora Velasco, afirmó que desde que la noticia se ha difundido su paciente "está mucho peor". Velasco considera que estos casos "denotan la falta de recursos sociales a disposición de los enfermos mentales y los ancianos que viven solos". Según la médica, ningún juzgado se ha dirigido a ella para pedirle un informe sobre la situación de su paciente.
Fuentes del Insalud informaron que Manuel Jiménez se dirigió dos veces en los últimos meses a un médico de un centro sanitario para solicitar un certificado del facultativo alegando que "una tía suya" estaba enferma y que él necesitaba cobrar un dinero en su nombre. El médico se negó a firmar el certificado y explicó al hombre que si su pariente estaba enferma y no podía abandonar su domicilio, debería avisar para que se le atendiese en su casa. El hombre nunca avisó a los médicos para que fuesen a atender a la anciana.
"Inhibición"
Fuencisla Pascual, una de las vecinas que ha denunciado los malos tratos a la anciana y que ha seguido las gestiones, se ha dirigido a este periódico para acusar de "inhibición a todos los organismos implicados en este caso". Las dos denuncias, una presentada ante el juez de guardia el 14 de agosto y otra más el 21 de septiembre en la comisaría de La Estrella, se encontraban hace 15 días a la espera del informe del fiscal en dos juzgados madrileños, según sus informaciones. La mujer se dirigió, sin éxito, a la Junta del Distrito de Moratalaz y a sus servicios jurídicos, que alegaron "que el asunto no era de su competencia y que ya habían hecho un favor solicitando al fiscal la petición de incapacidad de Dolores", también tramitada por los vecinos. Fuencisla llegó a acudir a una asociación de mujeres maltratadas, donde le dijeron que sólo se ocupaban de los casos de mujeres maltratadas por sus maridos.
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