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Presencia Gitana acusa al Consorcio de Realojamiento de perseguir a sus miembros

Javier Casqueiro

Manuel Martín Ramírez, presidente de la asociación nacional Presencia Gitana, "multirracial, intercultural y con 6.000 afiliados", acusó ayer en una comisión de derechos humanos de la Asamblea de Madrid al Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal de "perseguir a familias de este colectivo, derribar las chabolas y echarles del término municipal". El consorcio está financiado con presupuestos de la Comunidad y del Ayuntamiento.

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Los miembros de la comisión, que no entendieron la virulencia de los ataques que desplegó Martín Ramírez, convocarán a los responsables del consorcio para que se defiendan.Martín Ramírez pidió a los representantes de la Comunidad que ésta solicite una auditoría "jurídica, económica, administrativa, moral y humana", del funcionamiento del consorcio.

Presencia Gitana rechaza que todas las actuaciones públicas que se hacen en Madrid relacionadas con los gitanos tengan que estar centralizadas en este consorcio: "Somos ciudadanos como los demás, si tenemos problemas con la vivienda ¿no hay una consejería de Vivienda?; si tenemos niños sin escolarizar, ¿no existe una consejería de Educación?".

Manuel Martín calificó la actuación del consorcio ante algunos derribos de chabolas con términos como "aplanamiento de morada y práctica de guernllas". Además, insistió en que el consorcio persigue a las familias de Presencia Gitana, al decir: "Algunos vocales tienen que vivir fuera de Madrid".

El presidente de Presencia Gitana arremetió también contra el hecho de que no se conozca con exactitud cuántos son los gitanos que viven en Madrid, que calculó en unos 50.000.

"En 1965 había 155.000 familias en chabolas. No eran todas gitanas. El 1 de enero de 1986 se suscribió un compromiso de acabar con las chabolas en cuatro años y todavía no se haya cumplido. Los responsables del consorcio admiten ahora que hay 3.000 familias chabolistas que no se podrán realojar hasta el año 2000", afirmó Martín Ramírez.

"El consorcio puso la chapa roja con un número, el censo de los apestados, pero se les olvidó cientos de familias", comentó el líder gitano. Portavoces del PSOE en la comisión, además de indicar que se llamará a los responsables del consorcio para que repliquen estas informaciones, culparon a Presencia Gitana de no poder acabar con el chabolismo "porque quieren meter a la gente que llega todos los días a Madrid y cuando se va a derribar una chabola hacen lo imposible por paralizar el derribo".

La presidenta de la comisión, Francisca Sauquillo, del PSOE, comentó que era dificil aceptar descalificciones globales, pero admitió que en algunas denuncias podría tener razón, como las relaciones con las atribuciones de algunos jueces a firmar órdenes de derribo.

Los portavoces del PP y de IU agradecieron la presencia de Martín Ramírez, pero valoraron el trabajo que se hace en el consorcio. Martín Ramírez acusó al consorcio de "realojarse a sí mismo en un gran edificio" y denunció que el consorcio ha llegado a esgrimir, en algún derribo, mandamientos judiciales falsos.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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