El estadounidense Helmick dimite del COI, acusado de corrupción

El estadounidense Robert Helmick dimitió ayer como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) con el fin de no convertirse en el primero en ser destituido de su cargo. En el pasado septiembre ya se vio forzado a hacerlo también como presidente del de su país (USOC) al ser acusado de corrupción.

Helmick, según las investigaciones, habría abusado de su puesto en beneficio propio y cobrado del orden de los 275.000 dólares (unos 27,5 millones de pesetas) como asesor de organizaciones y empresas vinculadas al movimiento olímpico.

Abogado de 54 años de edad, Helmick empezó a formar parte del COI en 1985, poco después de ser designado máximo dirigente del USOC, y fue elegido para integrarse en su ejecutiva en 1989. En algún momento incluso se especuló con que podría ser uno de los candidatos a suceder a Juan Antonio Samaranch.

Pero su carrera triunfal se cortó cuando sus negocios paralelos salieron al aire. En 1990, por ejemplo, percibió más de 170.000 dólares de Tivi Amsterdam, una firma encabezada por el rumano Ion Tiriac, representante del tenista alemán Boris Becker, para vender los derechos de retransmisión de los Mundiales de Natación.

Posteriormente, también recibió una cantidad de la sociedad Turner Broadcasting System, que ahora posee todos los relativos a las competiciones del USOC.

La trascendencia del asunto preocupó muchísimo al COI, que creó una comisión para investigarlo. Esta comisión, encabezada por el senegalés Keba Mbaye, vicepresidente del COI, presionó en las 48 horas anteriores a Helmick para que dimitiese y éste, finalmente, accedió a ello por estimar, de acuerdo con su escrito a Samaranch, que "es lo más correcto, lo mejor para los intereses del COI".

Helmick insiste, sin embargo, en que está convencido de que sus actividades no han perjudicado al movimiento olímpico y que, en definitiva, es una víctima de los juicios de otras personas sobre ellas.