"Se puede generar un nuevo corporativismo si tutelamos sólo a quienes tienen trabajo"

Pregunta. ¿En qué ha cambiado CC OO desde que tomó el relevo de Marcelino Camacho?Respuesta. El sindicato ha demostrado que es capaz de generar dinámicas nuevas de movilización y negociación. En particular me siento contento de la unidad de acción con UGT; el 14-D es la primera huelga general merecedora de tal nombre durante muchos años en este país, que demuestra que los sindicatos servimos para articular, aunque sea puntualmente, una sociedad desvertebrada. Y hemos conseguido nuevos derechos de protección a los trabajadores con contrato precario, hemos asegurado el poder adquisitivo de las pensiones, la negociación colectiva de los empleados públicos y la incorporación a la CES.

P. ¿Qué errores se han cometido en estos cuatro años?

R. Más que errores, se ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de acompasar nuestra política organizativa y sindical. En el congreso debemos poner encima de la mesa las lagunas que tenemos para gestionar los nuevos derechos que vamos consiguiendo, para que lleguen al último trabajador. Por ejemplo, extender el salario social, que ahora sólo alcanza a 20.000 familias. En las empresas, producir una nueva solidaridad entre los trabajadores con empleo estable y precario.

P. Quizás uno de los mayores fallos sea que los sindicatos no han sabido conectar con los jóvenes, las principales víctimas de la precariedad y el paro.

R. Yo hablaría de insuficiencias, porque se ha trabajado bastante desde la secretaría de la juventud.

Vencer el individualismo

P. En las empresas ¿no están olvidados los trabajadores temporales?

R. El movimiento sindical nos tenemos que plantear ese problema con sinceridad y valentía. En un mercado laboral tan disgregado, con una sociedad donde se pretende imponer el individualismo y el enriquecimiento a cualquier precio, no estamos exentos de que se produzcan también fenómenos corporativos en las empresas. La finalidad nuestra es que se atienda a esos colectivos no sólo en la negociación del convenio, una vez al año, sino que sea una atención permanente porque son los que más necesitan de la tutela del sindicato.

Los jóvenes nos exigen más soluciones a sus problemas. O generamos un nuevo discurso y una nueva práctica de la solidaridad que lleve al sindicato a la tutela de toda la clase trabajadora, que ha tenido importantes mutaciones, o nos podemos encontrar con que los jóvenes nos vean como un engranaje más y con un nuevo corporativismo que hay que evitar a toda costa.

P. La nueva reconversión industrial, unida al intento de privatizar la sanidad, al aumento del paro y a la preocupante caída de la creación de empleo permiten prever unos meses difíciles.

R. En CC OO creemos que la batalla contra el informe Abril no está ganada. Si se intenta aplicar, pensaríamos muy seriamente en una huelga general. El Gobierno y los sectores influyentes de este país tendrán que pensar si es admisible que a un país se le pisen todos los callos al mismo tiempo y de manera tan injusta.

P. Hasta dónde están dispuestos a llegar.

R. Eso lo dirá la propia evolución de la actitud del Gobierno y las patronales.

P. La propuesta que Felipe González va a presentar en la cumbre comunitaria de Maastricht ¿es satisfactoria para los sindicatos?

R. No. Es cohesión económica sin cohesión social. Felipe González lo que está diciendo es: Denme más dinero, que paguen más los más ricos. Hasta ahí estamos de acuerdo, pero no estamos dispuestos a que con los recursos de más que obtenga en Europa siga practicando aquí el dumping social.

Discrepancias en CC OO

P. Las discrepancias con los carrillistas se han trasladado a la mayoría de CC OO.

R. Es una discrepancia que corrobora la tarea de muchos años. Que la mayoría pueda discrepar sin verse forzada por situaciones de emergencia me parece un dato enriquecedor. Hay que colocarlo en sus justos términos y me parece que muchas discrepancias no tenían una entidad suficiente para hacer cambios en el equipo de dirección.

P. ¿Se ha roto el tandem Antonio Gutiérrez-Agustín Moreno?

R. Por mi parte no. Si de algo estoy harto es de que cualquier discrepancia puntual pueda comportar la ruptura de amistades personales. Demasiados y muy desagradables ejemplos hemos tenido en la vida política de este país.

P. Hay acusaciones de falta de debate interno.

R. Quien así lo considere está en su perfecto derecho. Honradamente creo que en CC OO si de algo estamos sobrados es de discusión.

P. Por qué surgen esas discrepancias.

R. No voy a hacer ningún juicio de valor. Simplemente tomo nota y reflexiono con el ánimo de corregir los fallos y sin que los estados de ánimo de nadie, empezando por mí mismo, puedan suponer hipoteca alguna del proyecto sindical que surja del congreso.

P. Han sido días muy tensos.

R. No. Han sido días de inquietud personal, de desasosiego.