Una jornada de vértigo
La Bolsa ha rozado la tragedia en esta sesión de apertura semanal, y lo peor es que la mayoría de los inversores no esperaban otra cosa. La presión vendedora no encontró en ningún momento contrapartida suficiente para frenar su impulso, aunque media hora antes del cierre del mercado la recuperación que experimentaba el Dow Jones suavizó los recortes y permitió un ligero alivio en medio del vértigo de la jornada. Hasta ese momento, nadie acertaba a explicarse el porqué de ese aumento en la velocidad de caída registrado por la Bolsa española, no siendo el convencimiento de que es preferible estar fuera del mercado por lo que pueda venir.El índice madrileño, que llegó a caer hasta 4,6 puntos, rebotó precisamente en el borde inferior de la zona de soporte formada por los dos máximos de octubre y diciembre del pasado año. Ese nivel supone que varios grupos están por debajo del nivel de apertura anual y que otros casi lo han alcanzado, como fue el caso de la banca, que se situó a tan sólo 33 centésimas de aquel nivel poco antes del cierre. El volumen negociado, con 12.000 millones de pesetas en el mercado continuo, indica que la absorción de papel aún es importante, así como las aplicaciones, labor en la que destacó la Sociedad Hispano, con un total de 2.400 millones de pesetas. El índice perdió 3,04 puntos.
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